Pilar Bardem, una de las actrices más consolidadas de del cine español y miembro emblemático de una saga de actores, protagonizó el pasado lunes una gran fiesta sorpresa con motivo de sus 15 años como presidenta de la Fundación AISGE. Lo que sería una celebración con apenas cuarenta personas, se convirtió en una gran velada cargada de anécdotas con más de 1300 artistas y actuaciones de lo más simbólicas. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena también estuvo presente.
Sus hijos fueron los cómplices de la sorpresa de la que ellos mismos acabaron siendo partícipes. En un primer momento, ellos se encargaron de convocar a sus más allegados y AISGE se comprometió a mandar una invitación electrónica a sus socios para que se apuntaran a “una tarde de fiesta con Pilar”. Por eso, cuando los acontecimientos comenzaron a desarrollarse sobre el escenario del Circo Price, la homenajeada y los invitados no podían dar crédito. Víctor Manuel, Ana Belén, Serrat, Miguel Ríos, Tricicle o Asier Etxeandía interpretaron varios de sus éxitos más reconocibles.Precisamente en el instante en el que Tricicle se encontraba encima del escenario, Javier Bardem protagonizó un hecho insólito. Preso de la buena energía del momento, el marido de Penélope Cruz, ataviado con una nariz de payaso y un gorro de lana, se subió a la tarima para unirse como cuarto miembro del grupo musical. No obstante, no fue la única ocasión en la que dio rienda suelta a la improvisación. Mientras que el actor y cantante Asier Etxeandía interpretaba el clásico ‘Parole, parole’, el hijo de la homenajeada le acompañaba tocando los bongos.
Cuando llevaban dos horas de gala, Pilar Bardem subió encima del escenario donde le entregaron dos docenas de claveles rojos, una estatuilla creada por el artista Ángel Aragonés y el regalo más especial: las camisetas del propio Puyol y Leo Messi firmadas por todos los miembros de la plantilla del Barça, una de las grandes pasiones de la actriz.
Posteriormente a las lágrimas y las risas, Pilar Barden improvisó un amplio discurso cargado de emoción y de humor. “Estoy mala, pero me cuido y no quiero darles un disgusto a mis hijos muriéndome pronto. Sobre todo, porque he hecho una promesa: ¡Quiero ver la Tercera República!”, dijo la madrileña quien también agradeció la presencia de todos sus compañeros de profesión: “Sé que los aquí presentes me queréis y yo hay a quienes llamo hermanos, como los saharauis. Espero que algún día España se dé cuenta de la barbaridad que está cometiendo”.