No es la primera que sigue esta estrategia para engordar el número de seguidores que tiene en su perfil de Instagram. Hace algunos meses Alexia Rivas en pleno boom mediático y cuando el 'Merlos Place' sonaba con más fuerza, se llegó a privatizar y abrir su cuenta en varias ocasiones. Un movimiento que no todos sus followers entendieron, pues llegaba a despistarles de qué es lo que realmente buscaba en el universo 2.0. La que ha seguido ahora su estela en el mundo de las redes sociales ha sido Julia Janeiro, quien en solo unos meses ha multiplicado sus adeptos. En concreto, ha pasado a tener de 6.000 antes de su mayoría de edad a 180.000, un aumento que la convierte en todo un reclamo para las marcas. Eso sí, hay algo que ella evita por encima de todo: la polémica.
Para huir precisamente del ruido, la hija de Jesulín y María José Campanario optó por desactivar los comentarios, evitando así que haters cargaran contra ella. Aunque no tiene ningún reparo en compartir parte de su vida públicamente, mostrar el hogar en el que vive y posar muy sexy, no está dispuesta a que en su perfil haya cabida a comentarios negativos. Esta drástica decisión desvela cuáles son los pasos que quiere seguir en este camino en el que según los expertos puede tener un gran éxito. Una agencia de representación nos asegura que podría llegar a cobrar más de 500 euros por publicación, aunque esta cifra puede crecer si aumentan sus seguidores. «Ahora mismo con el número de seguidores podría pedir 500 euros como mínimo por una fotografía en el muro, incluso si se hace con una agencia que la asesore puede sacarse bastante más", nos dicen desde 'Influencities'.
La joven de solo 18 años podría ser interesante para empresas de moda y belleza, pues cumple muchos de los requisitos que estas exigen. Eso sí, tendría que aportar ciertos cambios, entre ellos, activar de nuevo los comentarios y hablar mirando a cámara, lo que le aportaría frescura y cercanía de cara a sus followers. De momento, Julia Janeiro se limita a postear sol fotografías y prefiere guardar la distancia, siendo todavía para muchos una gran desconocida en cuanto a su personalidad se refiere. No ha hecho publicidad a nada, lo que demuestra que no se ha lanzado al mundo influencer con todo lo que eso conlleva, pasos que quizás prefiera dar con tranquilidad.
Aunque las primeras semanas cuando se despixeló su rostro fueron complicadas para ella, ya que acaparó todas las miradas, lo cierto es que ya ha podido recuperar su rutina. Un descenso de interés en los medios de comunicación que se refleja también en su perfil de Instagram, ya que desde hace tiempo el número de personas que siguen a Julia Janeiro no ha crecido tanto como al principio.