José María Aznar está desolado por la muerte de un gran amigo, su entrenador personal Bernardino Lombao. Le ha escrito unas sinceras palabras que emocionan a los seguidores de este laureado deportista
El laureado deportista Bernardino Lombao ha fallecido este jueves a los 81 años de edad a consecuencia del coronavirus. Una noticia que ha hecho que no solo el deporte español esté de luto estos días por la pérdida de uno de los atletas más queridos del panorama patrio, sino también el expresidente del Gobierno José María Aznar, que ha perdido a un gran amigo y a su entrenador personal. Mucho se ha hablado a lo largo de los años del envidiable aspecto físico del expolítico, que verano tras verano presumía de abdominales de acero en las exclusivas playas de Marbella. Detrás de esta cualidad física, se escondía su preparador físico, Bernardino Lombao, que le ayudó a mantener la estupenda forma física y, de paso, atesorar una sincera amistad.
Ahora, el expresidente del Partido Popular, José María Aznar, ha querido ofrecer unas emotivas palabras en despedida a Bernardino Lombao a través de su perfil personal de Facebook. Un mensaje en el que el político ha expresado su pesar y tristeza ante una pérdida inesperada: “No tengo palabras para expresar la tristeza que siento por el fallecimiento de Bernardino Lomabo, de ‘Lombardino’, como le llamábamos cariñosamente en casa. 24 años entrenando juntos. Siempre optimista, vital y cada día con un nuevo reto. Esa era su actitud. Era una buena persona entre todas las buenas personas. Ya no te podré enviar más mensajes con la hora del entrenamiento ‘chaval’, como siempre hacía. Te voy a echar mucho de menos, Lombardino”, escribía José María Aznar, que ha querido ilustrar sus palabras con una foto en la que aparece junto a su amigo en 2002.
José María Aznar no ha sido el único que ha llorado la muerte de Bernardino Lombao y que ha aprovechado las redes sociales para despedirse de él. Es el caso de Pablo Laso, el entrenador del Real Madrid de baloncesto: “Descansa en paz Bernardino Lombao. Me entrenó en la Selección Junior de Baloncesto. Nos transmitió su energía desde el primer día”, escribía desde su cuenta personal de Twitter. La misma vía utilizada por el presidente de la Federación Española de Atletismo, Raúl Chapado: “Se nos ha ido un ilustre de nuestro deporte, atleta, entrenador, pionero y gran soñador. Don Bernardino Lombao. ¡Adiós amigo! Ayudaste a muchos y muchas a alcanzar sus sueños, allá donde estés, seguro que estás haciendo un pino invertido. Todo nuestro cariño y afecto a la familia y amigos”, se despedía.
Bernardino Lombao ha sido una de las grandes estrellas del deporte español en los años 50 y 60, destacando especialmente como atleta en la carrera de los 400 metros valla y también en la modalidad de decatlón. En su palmarés cuenta con 7 medallas en el Campeonato de España, para ser después jugador de balonmano con la camiseta del Atlético de Madrid, con los que conquistó tres campeonatos de España. Después, recibió el encargo de ocuparse del entrenamiento personal de otras grandes promesas del atletismo y el deporte español como Sagrario Aguado, Icíar Martínez, Rafael Blanquer, José Luis Martínez, Joaquín Sánchez y, también, a nover personal, a José María Aznar, con el que atesoró una sincera amistad.
El propio Bernardino Lombao habló en su día sobre la relación que le unía a José María Aznar en una entrevista concedida al diario ‘El Mundo’ en 2002: “Empezamos a entrenar porque él, siendo un niño, me veía correr en Vallehermoso y después me vio en mi etapa en el balonmano en el Atlético de Madrid. Venía a vernos cada semana por su afición al balonmano, porque jugaba en infantiles y juveniles del equipo del Colegio del Pilar. Son entrenamiento con un amigo y adaptamos los horarios a su agenda y a la mía. El horario de mayor coincidencia para entrenar es a las 7:30 horas de la mañana”, explicaba el desaparecido atleta. Años más tarde confesó la proeza del expresidente del Gobierno, al desvelar que “es capaz de realizar hasta dos mil abdominales diarios”, unas declaraciones que dieron mucho juego en las redes sociales, pero que no se pusieron en duda al ver la trabajada tableta de chocolate del político.