La casa de Isabel Preysler en Puerta de Hierro ahora mismo es un lugar donde la tristeza es el gran protagonista. En el interior de su mansión se encuentra Tamara Falcó, quien está pasando por un momento muy difícil después de conocer la deslealtad de su novio, Íñigo Onieva, tan solo unas horas después de hacer público su compromiso. La diseñadora se desplazó hasta la casa de su madre, donde se encuentra junto a los suyos intentado sobrellevar de la mejor manera posible esta situación. Hasta allí también se ha desplazado Ana Boyer, su entrenador personal, su estilista y algunas amigas de ella que están intentando animarla en estos momentos tan difíciles. Sin embargo, quien está siendo su mejor apoyo es su progenitora, Isabel Preysler, quien además está intentando de todas las maneras proteger a su hija.
Por esto mismo, la 'reina de corazones' no ha dudado ni un momento y se ha puesto en contacto directo con Íñigo Onieva. Ambos han mantenido una tensa conversación en la que Preysler le ha hecho una dura advertencia. Según Alonso Caparrós, Isabel Preysler ha querido ponerse en contacto con el empresario para avisarle de que no intente acercarse más a su hija. “Le ha mandado un mensaje muy claro", comenzaba diciendo el colaborador. "Íñigo, mantente alejado de mi hija. Ni la llames ni te acerques ni te pongas en contacto con ella”, decía en este contundente mensaje al que fue su yerno.
Isabel Preysler no tenía buena "sintonía" con Íñigo Onieva
A lo largo de la relación entre Tamara e Íñigo, Isabel Preysler nunca se ha mostrado muy emocionada con la posibilidad de que la pareja contrajera matrimonio o incluso decidiera ampliar la familia. Cuando la prensa le ha preguntado por estas noticias, que en muchos otros hogares españoles serían muy bienvenidas, la reina del papel couché siempre ha respondido con que todavía no era el momento para ello. Ni siquiera para la boda.
Este pasado jueves, el día que Tamara Falcó anunció su compromiso, Preysler reaparecía para acudir al 82 cumpleaños de Ira von Fürstenberg en el Palacio de Liria. Tan solo unas horas después de que su hija anunciara lo que se suponía que era una feliz noticia para todos, Isabel reaparecía con el semblante completamente serio y sin querer hablar sobre ello. Lejos de mostrarse radiante de felicidad, como hubiese sido lo más normal, ella tenía un semblante mesurado y reflexivo. ¿Sabría ya que el matrimonio de su hija estaba destinado al fracaso? Sea como fuere, no va a permitir que vuelvan a hacer daño a Tamara y por ello ha decidido ponerse en contacto con Íñigo para advertirle que no se acerque a ella. Además, Preysler es conocedora de que su hija está muy enamorada de él, por lo que podría volverse atrás en su decisión de romper definitivamente su relación.