No todo ha sido fácil para Viola Davis, flamante ganadora de un Oscar a la mejor actriz de reparto por 'Fences'. De hecho, lo ha tenido muy difícil. La actriz creció en una casa de una sola habitación sin agua corriente y pasó muchas dificultades económicas. Por la noche tenía miedo a que las ratas que había en su casa pudieran atacarla y recuerda tener la nevera vacía. De hecho, recientemente contaba a la revista People que había crecido en una granja de sus abuelos en Carolina del Sur que anteriormente había sido una plantación esclavista.
A sus 51 años, la situación de Viola Davis es todo lo contrario. Poco después de nacer, su familia se mudó a Rhode Island, donde vivían en un edificio en el que disponían de electricidad de manera intermitente. Su pobreza era tan extrema que a veces ella y sus hermanos iban al colegio con ropa sucia incluso que olía mal porque no tenían ni para jabón ni para la lavandería. Incluso tuvo que robar comida.
Viola Davis, que ahora tiene una situación muy acomodada, no se olvida de esas circunstancias lo que determina también que lleve una vida muy austera.