La boda sorpresa de María Patiño con su ya marido, Ricardo Rodríguez, se ha convertido en todo un fenómeno y es que nadie conocía de sus planes de intercambiar alianzas con su novio durante 13 años en su viaje en Sri Lanka. Una boda que ni sus compañeros sabían que se iba a producir y que, según la propia presentadora, se tomó casi como una locura. Ahora bien, ahora tocaría el decisivo momento de hacerlo legal en nuestro país, dado que a ojos de la justicia española, María Patiño continúa siendo una mujer soltera, hasta que decida formalizar su enlace.
Todas las fotos de la luna de miel de María Patiño y Ricardo Rodríguez
La boda de María Patiño no es legal
Al menos no es legal, todavía, en España. La boda de María Patiño sí que podría tener validez legal en Sri Lanka, si han querido seguir las pautas legales necesarias en Sri Lanka para realizar una ceremonia siguiendo las pautas jurídicas requeridas en dicho país. De ser así, y con todos los papeles en regla, deberían pedir un certificado literal de su matrimonio y presentarlo en el Registro Civil de España para que tenga validez aquí.
Un abogado informa de lo que debe hacer
“Este certificado por sí mismo no es inscribible en España. Para poder inscribir el matrimonio aquí hay que poner la apostilla de La Haya, que es un certificado de autenticidad que permite saber a los organismos españoles que este matrimonio hay sido válido en ese país. Con ese certificado se acude al Registro Civil central, en el cual se inscribe y hace que el matrimonio sea válido en España, pues en ese momento se entrega a los interesados el libro de familia”, asegura el abogado Ignacio Palomar, consultado por Telecinco.
Legal quizá no, pero sí muy simbólico
Cierto es que ahora mismo en España la boda de María Patiño con Ricardo Rodríguez ahora mismo no tiene validez legal, pero sí un gran valor simbólico para la pareja. Su deseo después de 13 años de relación era dar un paso más y sellar su amor con un intercambio de alianzas con el paradisíaco Sri Lanka como telón de fondo. El resto son ya formalismos que, si lo desean, realizarán, pero, aunque sea solo para ellos, ya son marido y mujer.
Una pista que quizá se nos escape
También cabe la posibilidad de que María Patiño y Ricardo Rodríguez hayan sido previsores y hubiesen pensado en este supuesto antes de iniciar su viaje a Sri Lanka. Es decir, puede que la presentadora y su marido hubiesen formalizado su relación antes de viajar, firmando los papeles en el Registro Civil que les reconoce como marido y mujer y, después, iniciar sus vacaciones, realizando una ceremonia simbólica como punto álgido de una luna de miel muy exótica.
¿Y si María Patiño no quiere formalizarlo?
Una vez entrada en la materia de ponernos en supuestos, María Patiño y su marido bien podría haber cometido la ‘locura’ de casarse sin realmente pretender unir sus caminos de tal forma. Es decir, bien podrían haber realizado una ceremonia que simbolice su amor que podríamos llamar boda, como quien se casa en Las Vegas sin previo aviso por un impulso, pero que luego decida no formalizarlo legalmente en España, porque ese no sea su objetivo. Todo puede suceder.
Así surgió el plan de casarse
“No he preparado absolutamente nada. Se decidió el día antes y fue cogiendo forma una semana antes, con el traje. No tenía nada planificado, pero ha sido todo maravilloso, llegué aquí y coincidió que podían hacer lo que yo siempre había soñado. Me dijeron que me dejara llevar, que lo dejara fluir y fluyó. No imaginé que Sri Lanka iba a ser tan especial”, confesaba la presentadora, sin entrar en materia de si lo hizo legal o si, por el contrario, fue solo una ceremonia simbólica sin papeleo de por medio.
¿Por qué en Sri Lanka?
Unas de las cuestiones que se han planteado este fin de semana sobre la boda sorpresa de María Patiño es el lugar en el que decidieron celebrar la ceremonia. Sri Lanka no es un lugar muy accesible, dado que se encuentra a miles de kilómetros de España, donde la pareja ha afincado su vida y donde se encuentra la mayoría de sus seres queridos. Lo cierto es que este lugar no era su primera opción, sino un lugar elegido casi de improviso.
Venezuela, la primera opción de la pareja
María Patiño quería que su vida se celebrase en Venezuela, país natal de su marido, Ricardo Rodríguez. Sin embargo, la inestabilidad política y social del país desaconsejaban no solo que se celebrase allí la boda, sino directamente que realicen un viaje que asegurase el confort que deseaban que envolviese su romántico enlace.
Los otros planes frustrados de Patiño
María Patiño no solo ha tenido que dejar a un lado el lugar en el que celebraría su boda, sino que también otros detalles que tenía más que pensados desde su infancia: “De niña soñaba con casarme de rojo, descalza y frente a un lago, con sus invitados vestidos de blanco y sin ropa interior. Luego todos tendrían que bañarse en el agua”. Al final de blanco iba ella y también su marido, pero no sabemos si llevaban ropa interior si sellaron su amor con un baño en la playa, además de un romántico beso de película.
Las grandes ausencias de su boda
Aunque muchos hayan echado en falta a sus compañeros de trabajo, hay muchas otras ausencias que han pesado más para María Patiño: “No tenía a mis padres, pero la ausencia significa que te los puedes llevar contigo a donde quieras. Es mejor tenerlos vivos, claro, pero yo me sentí muy acompañada”, narraba emocionada la presentadora.
El secreto mejor guardado, ¿el vestido?
Suele decirse que en toda boda que se precie el vestido de la novia suele ser el secreto mejor guardado. Ahora bien, en el caso de María Patiño tampoco nos atrevemos a afirmar tal punto, dado que toda su boda en sí ha sido un secreto muy bien guardado. Nada más conocerse que la colaboradora de ‘Sálvame’ había intercambiado alianzas con su novio desde hace 13 años, se desveló que su vestido nupcial fue un diseño de Ion Fitz. Fue el diseñador quien mostró con orgullo y agradecimiento la elección de María Patiño.
Desgranamos los detalles del vestido
Se trata de un vestido de corte sencillo con escote corazón y tirantes, brocado con flores en el cuerpo del vestido y falda de tul. Original, pero perfecto para una boda en la playa. Además, ha presumido de bronceado después de varios días en la playa.
La sencillez prima en su paso al altar
María Patiño ha preferido no sacar un partido mayor a su belleza que la natural. La presentadora no quiso grandes dispendios en peluquería ni maquillaje, optando por llevar el pelo suelto y apenas algunos ápices de maquillaje que no enmascaren su belleza.