Después de numerosas idas y venidas, así como rumores y especulaciones, ya es oficial. Tras siete años de matrimonio, Kim Kardashian quiere poner fin a su matrimonio y ha solicitado formalmente el divorcio de Kanye West.
Tal y como ha confirmado TMZ, Kim Kardashian ha presentado los papeles para divorciarse de Kanye West poniendo así fin a su matrimonio después de siete años. Según explica el portal de noticias, la estrella de realities ha pedido la custodia compartida de sus cuatro hijos, North (7), Saint (5), Chicago (2), Psalm (1), algo en lo que el rapero también está de acuerdo.
A pesar de que no mantienen relación desde hace varias semanas, tal y como apunta este medio, la separación está transcurriendo de forma amistosa. De la misma forma, en cuanto al tema económico tampoco habrían puesto ninguna objeción puesto que antes de contraer matrimonio firmaron un acuerdo prenupcial. "Los problemas de salud mental de Kanye no van a afectar al divorcio y Kim no va a oponer resistencia para que no le den la custodia compartida al rapero puesto que siempre se han sentido a salvo junto a él y eso no va a cambiar", explica TMZ.
Crónica de un divorcio anunciado
En verano de 2020, las informaciones sobre un bache en la relación entre Kim Kardashian y Kanye West han acaparado los titulares de la crónica social. A pesar de que se ha confirmado el divorcio de forma oficial este mes de febrero, lo cierto es que no es una noticia que ha pillado por sorpresa a la población. En verano de 2020, fuentes cercanas a la pareja confirmaban al mismo portal de noticias que ambos estaban haciendo vidas separadas desde hace más de un año.
Después de que Kanye West le pidiera disculpas públicamente a raíz de una serie de tuits en los que insinuaba que su mujer y su suegra, Kris Jenner, habrían intentado secuestrarle para internarle en un hospital, Kim Kardashian viajó hasta el rancho que tienen en Wyoming para lanzarle un ultimátum. Según publicaba por entonces la revista ‘People‘, la socialité sentía que había hecho todo lo que ha podido para que la relación siguiera adelante, aunque considera que su marido no está cumpliendo con los cambios que le había pedido. Esto ha provocado que Kardashian se llegue a plantear decirle adiós y terminar su matrimonio.
«West quiere que la relación continúe, pero no entiende lo que le plantea Kim Kardashian. No ha cambiado nada de lo que ella le dijo que necesitaba cambiar. Kim está muy dividida, no quiere divorciarse con cuatro hijos y son su mayor preocupación», indica un amigo cercano a la pareja a la revista anteriormente mencionada. Asimismo, también hacen hincapié en que no se están planteando un divorcio, pero inciden en que llevan más de un año viviendo separados. Esta noticia llegaba tan solo unas semanas después de que el matrimonio se fuera a un rancho de Colorado con sus pequeños para desconectar de su realidad y así poder intentar arreglar su relación. Una estrategia que no ha dado frutos.
El mitin político de Kanye West, el origen de la ruptura
En su primer mitin político (a raíz de su carrera a la presidencia de Estados Unidos), Kanye West confirmó que le pidió a Kim Kardashian abortase cuando estaba embarazada de su hija mayor, North West. «Casi maté a mi hija«, gritaba entre sollozos. Además de esta fuerte declaración, el cantante dejó claro que estaba a favor de las armas puesto que «disparar pistolas es divertido». Pero la polémica no quedó aquí.
Varios días después, West hizo uso de su cuenta de Twitter para dedicarle varios mensajes a Kim. El interprete de «Wash Us In The Blood» acusó a su mujer y a su suegra de que estaban intentando urdir un plan para secuestrarle e internarle en un hospital psiquiátrico. Aunque lo más fuerte llegó minutos después cuando confirmó los rumores sobre una mala racha dentro del matrimonio. «He intentado divorciarme desde que Kim se reunión con Meek Mill para hablar de reformas judiciales«, aseguraba.
Tras este comportamiento, Kim Kardashian salió a la palestra en defensa de su marido y aseguró que su inusual comportamiento se debía al trastorno de bipolaridad que el cantante sufre desde hace años. «Cualquier que lo tenga o tenga algún ser querido que lo padezca, sabe lo increíblemente complicado y doloroso que es de entender. Nunca he hablado públicamente sobre cómo esto nos ha afectado en nuestra casa porque soy muy protectora con nuestros hijos y el derecho que tiene Kanye a mantener la privacidad cuando se trata de su salud. Pero hoy, siento que debería comentarlo porque fuera del estigma y los conceptos erróneos sobre la salud mental», justificaba la celebrity.