Isabel Pantoja está pasando por una de las etapas más difíciles de su vida después de que hace unas semanas tuviera que revivir su pesadilla y se sentara en los juzgados de Málaga. Unas imágenes que nos permitieron ver el estado de la tonadillera después de la muerte de su madre y las amargas polémicas familiares. En medio de su peor momento, Kiko Rivera ha hecho las maletas y ha puesto tierra de por medio. El DJ se ha ido de vacaciones al Caribe con Irene Rosales y sus hijas. 

Kiko Rivera
Redes sociales

Después de unas intensas semanas en las que se ha convertido en la estrella de uno de los formatos de Ibai Llanos, Kiko Rivera ha hecho una escapada y está disfrutando de unas vacaciones de ensueño en el Caribe. A través de sus redes sociales, ha hecho partícipe a todos sus seguidores de sus aventuras junto a Irene Rosales y sus hijas y hemos podido ver lo mucho que se está relajando en ese enclave de ensueño. Se trata de un viaje que llega en uno de los momentos más difíciles para el DJ y que le va a servir para desconectar de su realidad y recargar las pilas para volver renovado a su día a día. Los paseos por la playa, los baños, así como los diferentes momentos en los que han tomado el sol, les están ayudando a olvidarse de todos sus problemas.

El dolor de Kiko Rivera ante la posible nueva condena de su madre

La posible nueva condena de Isabel Pantoja a Kiko Rivera también le produce dolor. El DJ rompía su silencio en redes sociales y aseguraba que «vivió un día de mierda» al ver a su madre sufrir en los juzgados de Málaga. «Ayer fue un día complicado, soy humano y tengo corazón. No fue un momento precisamente bonito. Cuando estamos en caliente y enfadados podemos llegar a decir cosas que realmente no sentimos, así somos los humanos», comenzó diciendo en una storie de Instagram en la que se ha confesado.«Espero de corazón que a mi madre no le suceda nada malo, aunque ya es hora de que se ponga en manos de gente que le pueda ayudar y aunque le duela, separase de quien no le hace bien. La mejor defensa no es atacar y alegrarse del mal ajeno, se puede volver en tu contra. Eso deberían de aprenderlo algunos», continúa en este escrito y reconoce que no es plato de buen gusto ver a su madre pasar por ese trago tan complicado. «Si te equivocas pagas y eso es algo que, por suerte o por desgracia, para otros es así. No se equivoquen, yo ya no formo parte de esa familia, pero eso no quita que ayer fuese un día de mierda. Recuerden, soy humano y, aunque no quiera saber nada de esto, no deja de ser mi madre», finaliza Kiko Rivera en su reflexión.