Tras su histórico reencuentro con su familia paterna, Kiko Rivera ha reaparecido este jueves. El hijo de Isabel Pantoja ha sido captado por las cámaras llegando a su domicilio de Castilleja de la Cuesta, en Sevilla. Lo hacía solo, conduciendo su vehículo. Tras aparcar bajaba del maletero el preciado regalo que le hizo ayer su tío 'Riverita'. Se trata de una reliquia familiar que perteneció a su tío y que éste le obsequió tras la visita de ayer a su casa, en Barbate. Es un capote de brega de gran valor sentimental para el DJ, quien apenas atesora recuerdos del clan Pantoja.

Kiko Rivera reaparece con el capote de su tío 'Riverita': un regalo de gran valor sentimental
GTRES

El músico no ha querido hacer declaraciones sobre su visita al hermano de Paquirri. Sin embargo en las redes sociales ha dado numerosas muestras de lo que le ha aportado esta importante cita familiar. Me quedo con lo vivido el día de hoy. Día inolvidable seguro», explicaba hace 24 horas en su cuenta de Instagram. El sevillano, que suele utilizar las redes sociales como principal canal de comunicación con sus seguidores, añadía: «Poco a poco, poniendo todo en orden».

Kiko Rivera, arropado por sus hermanos Cayetano y Fran

Y es que desde que abrió la caja de los truenos para atacar con dureza a su madre, a la que acusa de haberlo engañado en lo referente a la herencia de su padre, Kiko se acerca cada día más a la familia de su progenitor. Nada más saltar a la luz el conflicto con la tonadillera, sus hermanos se volcaron con él. 

Kiko Rivera reaparece con el capote de su tío 'Riverita': un regalo de gran valor sentimental
@riverakiko

Tanto Cayetano como Fran lo han arropado en estos difíciles momentos, en los que está tomando importantes decisiones sobre el rumbo que quiere dar a su vida de ahora en adelante. Cayetano lo ha hecho desde el silencio, pero acompañándolo de manera privada, fuera de los focos. Incluso Eva González, mujer del diestro, ha roto su silencio para dejar claro su posición a favor de Kiko: "Sé de unos cuantos que están sonriendo desde arriba", ha escrito en sus redes sociales. Sus palabras hacen clara referencia a Paquirri, cuyos tres hijos por fin están juntos y más unidos que nunca.

La guerra de Cayetano y Fran Rivera contra Isabel Pantoja

Fran, en cambio, le ha demostrado su apoyo tanto en el entorno íntimo como ante los medios de comunicación. No cabe duda de que la guerra familiar con Isabel Pantoja ha ocasionado daños colaterales en terceras personas. En el caso de Fran, son muchas las emociones que se le han removido. Su hermano y él llevan 36 años reclamando a la tonadillera que le den pertenencias y recuerdos que eran de su padre, como trajes de faena o capotes.

Kiko Rivera reaparece con el capote de su tío 'Riverita': un regalo de gran valor sentimental
© Redes sociales.

"En el cielo hay alguien que debe estar muy contento", confesaba el diestro tras la visita de los tres hijos de Paquirri a Riverita. En estos días de agitación en el entorno de Cantora, la memoria del torero gaditano está más presente que nunca. Hace apenas unas horas, Kiko publicaba una bonita foto de su padre con sus tres pequeños y señalaba: "Seguro que esa sonrisa se hizo realidad hoy en el cielo».

Kiko Rivera reaparece con el capote de su tío 'Riverita': un regalo de gran valor sentimental
© Redes sociales.

Una de las primeras personas que ha contado lo que sucedió en la visita de los hermanos Rivera a su tío Riverita ha sido Arancha Rivera, su hija. «Han estado hablando de cosas que no han podido hablar nunca, cosas muy emocionantes de mi tío. Han estado viendo fotos que nunca había visto, muchos recuerdos de su padre", contaba el pasado miércoles en 'Sálvame', visiblemente feliz por el momento tan especial que había disfrutado su familia. "Mi tío le ha regalado a Kiko hoy un capote que le ha encantado a Kiko y a Cayetano le regaló una montura que era de mi tío Riverita, no de Paquirri», explicaba. en esa entrañable reunión también tuvieron tiempo de compartir confidencias y repasar un sinfín de fotos del álbum familiar. Así, lograron ponerse un poco al día después de una vida entera sin apenas haber tenido contacto alguno.