A corazón abierto, así se ha mostrado Kiko Rivera en su reaparición televisiva tras sufrir un ictus. El DJ ha reconocido que necesita ver a su madre, Isabel Pantoja, y que en estos últimos meses se ha replanteado muchas cosas. "Me he parado a pensar y cuando te equivocas en las formas pierdes la razón. Eso me ha pasado a mí. Me he dado cuenta que iba por un camino que no era el correcto", ha afirmado durante su entrevista en el 'Show de Bertín' donde ha aprovechado para lanzar un mensaje dirigido a la tonadillera.
"Si algo necesito yo ahora mismo es que mi madre me dé un abrazo", afirmaba tajante. También reconocía que había dicho cosas que no se deben en alusión a sus demoledoras declaraciones en el especial 'Cantora, la herencia envenenada'. "A partir de ese momento hasta hoy los problemas de casa se solucionan en casa. Estas Navidades han sido muy complicadas y he echado mucho de menos a los míos". Kiko Rivera no ha dudado en tender puentes con la artista. "Estoy deseando que llegue el día en el que vea a mi madre. Voy a poner de mi parte y voy a centrar todas mis energías en eso".
Kiko Rivera reconoce sus errores
"A veces los humanos cometemos el error de ser un poco orgullosos. Tanto mi madre como yo lo somos. El abrazo de una madre no se puede comparar con nada. Es la que te ha parido y es tu madre". Añadía que el ictus ha supuesto un punto de inflexión en su vida y ha querido aclarar el motivo por el que su progenitora no acudió al hospital cuando estuvo ingresado. "Mi madre me llamó. Hicimos una videollamada y me emocioné tanto que me puse a llorar que casi me da otro ictus. Los médicos me dijeron que no podía tener sobresaltos en ese momento. Ahí fue cuando tuvieron que explicarle a mi madre que por prescripción médica no podía venir a visitarme. En ese momento fue así".
El DJ ha insistido en que fue algo que le recomendaron los facultativos. "Todavía no nos hemos visto. Quiero sentarme con ella y pedirle disculpas. Yo he aprendido que, a veces, es mejor quedarse callado y solucionar las cosas desde dentro". Los últimos meses han sido una auténtica lección de vida para Kiko Rivera. "He perdido unos cuantos kilo, gracias a Dios. Me cuesta hablar del ictus porque es muy reciente. Lo primero que me dijo el médico es que lo importante era llegar a tiempo. Yo me asusté mucho. Se me quedó paralizada toda la parte izquierda de mi cuerpo, no respondía". También ha detallado que ocurrió de madrugada mientras dormía en el sofá. "Sentí la sensación que me caía porque me quedé dormido en el sofá. Me desperté y vi cómo no sentía la parte izquierda".
"Fui al baño, vi que la boca la tenía caída, pero me volvía a acostar y fui al médico en moto. No había nadie en casa. Mi mujer había salido para llevar a las niñas al colegio. Con la mala suerte que el médico me dijo que tenía una faringitis. Entonces contacté con mi cuñada que me dijo que fuera de nuevo al médico y allí detectaron que me había dado un ictus. Me empezaron a hacer pruebas. Me llevaron al hospital Virgen del Rocío donde me trataron espectacularmente bien. No he estado en un hospital mejor que ese. Allí viví ciertas cosas. Me metieron en la UCI y vi chavales de mi edad que estaban jodidos".
"He aprendido"
El DJ ha reconocido que su vida ha dado un giro de 180 grado. "Tengo 38 años y me di cuenta que tenía que cambiar. Cada uno se toma las cosas como se las toma. He cometido errores y he aprendido. Desde ese maldito día mi concepto de vida ha cambiado. Estuvo allí cuatro días que para mí fueron la muerte. El médico me dijo: 'Has vuelto a nacer. Tómate la vida de otra manera. Eres un privilegiado. Esto avisa solo una vez'".