Kiko Rivera e Irene Rosales vuelven a estar en el ojo del huracán. Esta vez el matrimonio ha visto empañada su tranquilidad por continuos rumores de infidelidad por parte del DJ, algo que tiene cansados a ambos. Los dos insisten en que todo está bien entre ellos y que no hay nada que enturbie su felicidad, prueba de ello, el paso que acaban de dar. La pareja que estaba buscando una vivienda más grande en Castilleja de la Cuesta, municipio hispalense, y ya han encontrado su refugio perfecto. Ahora cuentan con mayor privacidad y, sobre todo, con más espacio para ellos en una vivienda mucho más señorial que la anterior. A pesar de que Irene insistía en que quería que la residencia contara con piscina y jardín para sus hijas, todo apunta a que este inmueble no cuenta con ninguno de estos dos requisitos. Eso sí, es una incógnita si tiene patio exterior, alejados de la mirada de cualquier curioso.
Mientras Kiko no ha mostrado ningún rincón de la casa en el universo 2.0, Irene Rosales sí que ha enseñado alguna estancia de refilón. Entre otros, la habitación principal, pues se ha fotografiado desde la cama o parte del salón, donde ha anunciado que colgará unos cuadros que acaba de recibir. De este modo, dejan atrás la casa en la que tantos momentos han pasado. Tanto buenos como malos y es que cabe recordar que allí Kiko Rivera hizo frente a toda la crisis que vivió con su madre. El músico en esos muros afrontó con tristeza la ruptura familiar, por lo que este cambio puede ayudarle a cerrar un capítulo muy doloroso para él.
Vídeo: Europa Press
Vídeo: Europa PressNo es el único motivo que les ha llevado a tomar esta decisión. Cabe recordar que hace tan solo unos meses se filtró la dirección en la que vivían y eso llevó a la pareja a ponerse las pilas para buscar un nuevo hogar. Un error por parte de Kiko Rivera al compartir pantalla con sus seguidores provocó que muchos de ellos vieran cuál era su calle y número de vivienda, siendo a partir de ahí cuando comenzó a recibir cartas amenazantes.
Con su traslado han dicho adiós al jardín que con tanto mimo decoraron, un lugar que les servía para desconectar, entrenar e incluso jugar con sus pequeñas. La pareja ha comenzado el nuevo curso de sus hijas en esta enorme propiedad en la que todavía a un local disponible en la planta baja, pues tal y como se puede ver en las imágenes que te ofrecemos en este artículo, no ha sido alquilado y aún permanece cerrado a cal y canto. Ambos han iniciado una nueva etapa en esta casa de la que todavía se desconoce su interior. Ilusionados por lo que están viviendo ahora, lo cierto es que este 2021 está sirviendo para ambos para replantearse muchos puntos vitales. Desde el trabajo hasta su lugar de residencia.