Julián Contreras sigue estando situado en el ojo del huracán por las idas y venidas que ha protagonizado en algunas de sus viviendas. Tras haber vivido un duro enfrentamiento con la que fuera su casera, que asegura que la debe 30.000 euros de rentas y recibos que no pagó durante su estancia, se suma una nueva polémica para el hijo de Carmina Ordóñez. Ahora, está dispuesto a poner el caso con su no-casera de Córdoba en manos de la Justicia, y así lo ha demostrado al enviarle un burofax en el que le reclama una indemnización por sus declaraciones públicas.
‘Así es la vida’ sacaba a relucir el testimonio de esta no-casera, con quien una mujer se puso en contacto en nombre de Julián para alquilar un piso en Córdoba: “Querían unos planos de la vivienda porque hay una persona con limitaciones visuales, luego resulta que era el padre”, comenzaba explicando. Sin embargo, después el acuerdo se torció, ya que la anfitriona detectó algunos comportamientos extraños en el que iba a ser su cliente: “No tenía unos ingresos demostrables y nos dijo que ella podía hacer de avalista o podía hacer un seguro de alquiler. Nos pareció muy raro y entonces no le seguimos enviando información ni nada”.
Al hacerse público este intercambio de datos, Julián Contreras no se ha quedado callado. Al hermano de Fran Rivera no le ha gustado en absoluto que su no-casera difunda información privada sobre él, razón por la que le ha reclamado una altísima indemnización: “Ha difundido las comunicaciones privadas que mantuve con usted sin previo ni expreso consentimiento lo cual es muy grave (…) Vengo a requerirle que en un plazo no superior a 72 horas me indemnice con una cuantía total de 12.000 euros”, ha indicado. Una cifra que no es apta para cualquier bolsillo y que, por ahora, se desconoce si la otra parte está dispuesta a pagar, o por el contrario, prefiere dejar el caso en manos de la Justicia.
La guerra de Julián Contreras con sus caseras continúa
A este rifirrafe se suma la demanda que hace días Julián interponía contra la excasera a la que debe 30 mil euros. A raíz de su entrevista en ‘¡De Viernes!’ salieron a relucir los dos desahucios que el hermano de Cayetano Rivera había protagonizado. El último de ellos el más sonado, que tuvo lugar a finales de 2023 y dejaba a Contreras en muy mal lugar. Y es que, Aránzazu, su excasera, no tuvo reparo en sacar a la luz la deuda que le dejó sin abonar su huésped en concepto de alquiler y otros gastos de servicios básicos. Por ello, a la propietaria no le quedó más remedio que poner a la venta los objetos personales que el hijo de Carmina había dejado tras de sí a propósito del inminente desahucio que se le venía encima. Entre estos enseres había fotografías familiares y privadas junto a su madre y sus hermanos, imágenes con Norma Duval, un equipo de música, muebles y un largo etcétera.
Esta decisión no sentó nada bien al creador de contenido, que optó por tomar medidas a golpe de demanda según pudo saber ‘Así es la vida’: “La denuncia es por el tema de haber atentado contra su intimidad y haber sufrido algún tipo de acoso por el hecho de que esta señora ha ido a los medios, ha enseñado la casa después de que él se fue y ha expuesto cuestiones íntimas suyas. Julián se ha sentido acosado y ha tomado la decisión de defender sus derechos como cualquier ciudadano”, aseguraban.
El hijo de Carmina Ordóñez comienza una nueva vida en Cuenca
Entre tanto, Julián está intentando empezar de cero en Cuenca, donde ya está instalado junto a su padre. El municipio escogido ha sido Villar de Cañas, donde rezan menos de 400 habitantes censados según el Instituto Nacional de Estadística. Para su tranquilidad, el joven se ha decantado por un chalet de una única planta ya amueblada, que cuenta con una parcela de 2.500 metros cuadrados y una decoración rústica. Un enclave ideal para pasar desapercibido, que es precisamente lo que quiere el hijo de Carmina, ya que incluso hace la compra en Tarancón.
Este hermetismo lo compagina con su principal fuente de ingresos: las redes sociales. Pese a haber recibido ofertas laborales relacionadas con la televisión, Julián ha preferido desvincularse de todo aquello relacionado con la pequeña pantalla y centrarse en crear contenido. Tanto es así, que sus seguidores incluso le agasajan con dinero para que siga llevando a cabo su función 2.0.