Hace una semana, Juan Ortega tomaba la decisión de darle plantón a su novia, Carmen Otte Alba, a pocos minutos de darse el "sí, quiero". Un acontecimiento que ha puesto al torero en el punto de mira. El diestro ha hablado con su entorno y les ha expresado que es consciente de que no lo ha hecho bien. Está esperando a que pase la tormenta mediática y está siguiendo los consejos que un día le dio su padrino en la alternativa, Enrique Ponce.
Los que conocen a Juan Ortega aseguran que es un apasionado de su profesión, ama al mundo del toro y siente verdadera pasión cuando está en los ruedos. En su peor momento, el diestro está refugiado e intentado pasar desapercibido en medio de esta tormenta mediática. Está siguiendo el consejo que un día le dio Enrique Ponce: centrarse en su trabajo. En concreto, le llegó a decir que siempre tenía que respetar la profesión pues estaba por encima de todo. Y así está siendo. El matador de toros ahora está centrado en su reaparición en las plazas de toros. Será el sábado 11 de febrero en Valdemorillo, con motivo de la Feria de San Blas y la Candelaria, y compartirá carta con Alejandro Talavante y Ginés Marín.
Mientras que se prepara para esa cita, Juan Ortega también está haciendo frente a los daños colaterales que ha traído consigo su decisión de no casarse. El diestro ha devuelto todos los regalos que le hicieron los 500 invitados pues no quería quedarse con nada para que se le cuestionara. Entre ellos, todas las transferencias. También está hablando con su entorno más cercano. "No lo he hecho bien, pero esto no iba bien desde hace tiempo… Ni voy a dar un comunicado ni voy a dar explicaciones. No haré nada, esto ya pasará, mañana habrá otra noticia nueva y se olvidarán", son las palabras con las que se ha dirigido a sus amigos más cercanos, tal y como ha publicado 'Vanitatis'. En medio de todo esto, el diestro está completamente destrozado y se le ha visto en las últimas horas llorando y rezando en una iglesia de Checa, un pueblo de Guadalajara en el que sus padres tienen una casa.
Juan Ortega no quería casarse y avisó a su novia desde hace meses
Conforme van pasando los días se ha conocido que el deseo de Juan Ortega de no casarse viene de mucho tiempo atrás. Se trata de una decisión que él mismo compartió con su pareja hace meses, aunque la cirujana nunca la dio por válida pues pensó que tan solo se trataban de los nervios previos al enlace. No obstante, en medio del aluvión mediático, también se ha llegado a afirmar que el detonante fue una amenaza que recibió el matador de toros de una persona de su pasado que nunca se llegó a ir de su vida.