Hace dos años que Juan José Ballesta terminó su historia de amor con Verónica Rebollo, la madre de su único hijo, con quien estuvo durante 15 años. El actor ha explicado cómo es su relación actual con ella. "Tengo una buena relación con Vero. Muchas noches voy a cenar con ella y voy a echar la noche con ella a su casa", afirmaba en el programa 'Lo de Évole'.
El actor ha explicado el principal motivo que provocó la ruptura. "Se fue el amor. Fueron muchos años y desde muy pequeños. Me dejó ella sinceramente". Una etapa que recuerda con especial dolor. "Yo lo pasé muy mal porque siempre he dicho que Vero será la mujer de todas mis vidas. Pasé un año y medio largo con depresión, malísimo. No podía concebir la vida sin Vero tenía mucha dependencia". A pesar de lo difícil que fue superar aquello, jamás acudió a un especialista. "No fui nunca el psicólogo. Me lo comí a pelo, pero debería haber ido. Esa sensación de tener todo el día como un apretón en el pecho y con ganas de llorar, se pasa muy mal. No concibes la vida sin tu pareja después de tantos años. Todo te parece raro. Todo te entra ganas de llorar y todo te recuerda a ella. Dicen que el tiempo lo cura todo".
Juan José Ballesta habla de su infancia
El intérprete, célebre por su papel en la película 'El Bola', ha recordado una infancia muy humilde. "Cuando era pequeño, he comido macarrones durante varios días. Mi padre trabajaba en la obra y mi madre también estuvo un tiempo porque no llegábamos a fin de mes". Creció en una familia muy trabajadora: "Muy humilde y de poco dinero", así ha definido a los suyos. La familia residía en unos pisos del IVIMA (Instituto de la Vivienda de Madrid) que cedían a los más desfavorecidos y a padres jóvenes. "Yo no tenía lo que otros niños tenían. Pedía una bicicleta chulísima para Reyes y no me la podían traer porque no había, y otras veces sí había".
Su etapa escolar no fue fácil e incluso tuvo que cambiar de centro debido al acoso. "Los chavales me insultaban". Cuando era un niño también sufrió un importante susto de salud. "Tuve un infarto en la cabeza del fémur y no podía andar, así que me tuvieron que poner un aparato de hierro, y los niños se metían mucho conmigo por eso, me llamaban 'Forrest Gump' cuando era pequeño". Durante la entrevista, Juan José Ballesta ha confesado que sus progenitores nunca tocaron el dinero que ganó gracias a la interpretación. "Mis padres siempre me han metido dinero en una cuenta y, cuando fui mayor de edad, me dieron la cuenta. Nunca tocaron mi dinero, y podrían haberlo hecho, porque les hacía falta".
Un punto de inflexión
Tras ganar la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastián, Juan José Ballesta dio un giro de 180 grados en su vida: empezó a trabajar como marmolista por 700 euros al mes. "No podía salir, no podía hacer mi vida, ni salir con mis amigos o familia, todo el mundo me señalaba. Entendía que me debía a mi público, pero no era feliz", ha contado sobre aquella etapa. Su nuevo trabajo le daba esa paz que tanto necesitaba en ese momento. "Curraba doce horas al día y a destajo, y creo que fue una época muy necesaria, el parar, apartarme de todo, pensar qué quiero, qué no quiero, encontrar el equilibrio. Luego volví con muchas más fuerzas".