Ana Obregón lleva semanas en el foco mediático y a día de hoy sigue siendo personaje de la actualidad. La actriz acaba de dar unas declaraciones de lo más sorprendentes justo el día que se publica el libro de su hijo, 'El chico de las musarañas'. Cada línea recoge grandes dosis de dolor. El relato resulta a veces estremecedor. "Salí al balcón. Un séptimo piso, la decisión era firme. Me empiné sobre la barandilla que no era muy elevada. Saltar hacia el abismo era mi única opción para seguir viviendo", revela la actriz y presentadora. Por primera vez cuenta que se le pasó por la cabeza quitarse la vida tras la muerte de su hijo.Estas palabras han impactado mucho a todos, pero especialmente al psiquiatra José Cabrera, que ha sido claro en dar su opinión: "No sé qué parte de verdad hay en lo que cuenta esta mujer", empieza diciendo sobre el intento de suicidio de Ana Obregón. "A mí me parece que estamos ante un esperpento. Como ciudadano y psiquiatra lo veo triste, lo veo trágico. Es una locura", termina diciendo.
El psiquiatra no sabe si creer a Ana Obregón
Por su parte, el abogado Joaquín Moeckel está de acuerdo con el psiquiatra y dice: "Es un esperpento absoluto". Se pregunta, además, "si genéticamente este chico que tuvo esta enfermedad puede que se pueda derivar a esta nueva criatura". Esto deja más que claro que la decisión de Ana y sus actos no le gustan a todos. Muchos están muy en desacuerdo con la decisión de Ana de cumplir la última voluntad de su hijo de ser padre.
Un libro cargado de detalles
Ana no se deja un detalle en las páginas del libro. Lo dice todo, tal y como lo vivió. Así, rememora el profundo pesar que le provocó el fallecimiento de su hijo Aless. No tenía ganas de vivir. Cuando se le pasó por la cabeza quitarse la vida, la voz de Alessandro Lequio la hizo reaccionar. "Ana, por Dios, abre la puerta. Tienes algo importante que hacer. ¿Recuerdas lo que nos pidió Aless, su última voluntad?", le dijo. Ana recuerda este instante en el que estuvo al límite "Tu padre nunca supo que, en ese momento, tu última voluntad me salvó la vida. Se enterará leyendo estas páginas. Juro que en ese instante mi acto lo veía como una salvación, pero quiero dejar claro que el suicidio no es jamás una opción, ni en la peor de las tragedias que puedas vivir. Es una cobardía".En el libro, la bióloga habla también del que se ha convertido en tema de actualidad dentro y fuera de España: su polémica maternidad. El porqué de su decisión de traer al mundo a la pequeña Ana Sandra a sus 68 años se debe, tal y como recoge en su obra, ya que fue una de los últimos deseos de su hijo. Así fue cómo les expresó a sus padres su deseo de tener descendencia: "Mamá, papá... Si me pasa algo, acordaos de la muestra que dejé en el laboratorio de Nueva York. Quiero tener hijos, aunque ya no esté. Es mi deseo. Prometedme que lo vais a hacer... Por favor".