Mario, de 10 años, Martina, de 8, y Marcos, de 3, estaban emocionados. “¡Hala, la casa parece un plató de cine!”, “y una peluquería”, “¿a nosotros también nos vais a hacer una entrevista?”... Y es que para los hijos de Jorge Pérez y Alicia Peña la llegada de SEMANA a su casa de Aguilar de Campo (Palencia) fue una aventura que vivieron con ilusión. Pero la jornada aún deparaba muchas emociones... También para nosotros que, además de compartir con ellos un entrañable almuerzo en familia, fuimos testigo de cómo la pareja anunciaba a sus hijos la llegada de su cuarto retoño para julio. Los niños se pusieron como locos y empezaron a hacer miles de preguntas sobre el sexo del bebé, que aún no saben, o el nombre, que tampoco, aunque Jorge Pérez y Alicia quieren que también empiece por ‘Ma’ como el de sus otros hijos.
La pareja dará la bienvenida a su nuevo bebé este próximo mes de julio
¡Enhorabuena, pareja! Ampliáis la familia numerosa.
Alicia. Sí, ahora vamos a ser supernumerosa. Estamos muy contentos. Yo siempre quise tener una familia así.
¿Cuatro es el número ideal?
Jorge. Para mí, eran dos. El tercero fue más una cuestión de Alicia y le costó convencerme. Es verdad que cuando, tras Supervivientes, me dijo lo de tener el cuarto, dejé la puerta abierta y cuando me dio la noticia del embarazo, me emocioné.
Además este bebé viene en un momento de cambios para vosotros, entre ellos, laborales.
J. Sí, estamos los dos en excedencia de nuestros trabajos: yo, del mío en la Guardia Civil, y Alicia, desde hace un mes, del suyo en la banca. Y es cierto que, aunque trabajamos en otras cosas, esto nos permite dar a nuestros hijos el tiempo de calidad que requieren.
Y también os habéis cambiado de residencia...
A. Sí, vivimos entre Aguilar de Campoo y Liencres, en Cantabria. Un cambio motivado porque queríamos aplicar el modelo Waldorf en la educación de nuestros hijos y les hemos matriculado en un colegio de Santander. Allí desarrollan al niño según su propia evolución haciendo que florezca todo su potencial.
¿Vais a vender esta casa de Aguilar?
J. Sí, se nos queda pequeña. La compramos de novios, porque como Alicia es de un pueblo de al lado y trabajaba en Reinosa, así no estaba sola, ya que yo estaba destinado en San Sebastián. Luego, cuando Mario tuvo 5 años, me vine a Aguilar a trabajar como guardia civil.
A. Mi pueblo está muy cerca y nos encantaría tener nuestro cuartel general allí y movernos donde la vida nos lleve. Queremos enseñar a nuestros hijos, que el hogar somos nosotros no el sitio donde estamos.
¿Y cómo lleváis este cambio?
J. Muy bien. Los niños se han hecho enseguida al cole y a las amistades. En Liencres, vivimos al lado de la playa y las mañanas yo las dedico a mi deporte y Alicia, a sus mentorías. Cuando los niños vienen del colegio, hacen sus tareas y nos vamos de paseo. Les inculcamos el contacto con la naturaleza.
Jorge Pérez y Alicia Peña nos cuentan cómo se conocieron
¿Cómo os conocisteis?
J. Yo trabajaba en un bar en Reinosa mientras me preparaba la oposición, nos presentaron una noche y empezamos a quedar. Yo, al aprobar la oposición, me marché a Jaén nueve meses. Y, de pronto, me encontré con una pasión incontrolada que me hacía venir todos los fines de semana a verla.
Lo de la distancia lo tenéis más que superado…
A. Sí, porque luego se fue a Lérida y posteriormente, estuvo ocho años en San Sebastián.
J. Nuestro pilar es la confianza, si no, hubiera sido inviable. Siempre que me invitan a una fiesta, Alicia me anima a que vaya y conozca gente.
¿Sois polos opuestos?
J. Complementarios. Ella es un pura sangre y yo, un percherón, tengo el ritmo hondureño. Tengo claro que parte del éxito de ganar Supervivientes fue que ella fue a defenderme. Somos un buen equipo.
¿Cómo os cambió la vida Supervivientes?
J. Mucho. Te hace valorar más la vida, los detalles, lo afortunados que somos por nacer donde hemos nacido… Porque cuando no tienes nada que llevarte a la boca durante días es duro, pero pensar que hay gente que su día a día es así�� Por eso no puedo con lo de desperdiciar comida.
Pero vuestra vida cambió justo un año antes...
J. Sí, cuando se hizo viral una foto mía publicada en las redes por la Guardia Civil. Fue una locura... Me empezaron a llamar de todos los sitios y empecé a trabajar con una agencia de modelos internacional.
A. Luego, yo me lancé a escribir mis tres libros de autoayuda y al terminar, a Jorge le llamaron de Supervivientes. Gracias a ello, él se fue a la isla y ganó, y yo aparecí y eso fue lo que me permitió dar visibilidad a mi trabajo de crecimiento personal, al que ahora me dedico.
El ganador de 'Supervivientes' nos habla de su paso por el concurso
¿Cómo llevasteis la fama repentina?
A. Muy bien porque la gente siempre ha sido superagradable. Fue brutal, date cuenta que, como se emitió durante el confinamiento, fue la edición más vista. A día de hoy, la gente sigue parando a Jorge para decirle que les ayudó mucho.
Alicia, ¿notaste muy cambiado a Jorge tras la isla?
Sí, ellos vienen muy mal. Hay que darles mucho espacio. Jorge tenía el cuerpo dolorido y no podía dormir por las noches y luego, el tema de la comida... Lo que sí es cierto es que cuando vino fue como si volviéramos a ser novios, un enamoramiento brutal.
Jorge, tras Supervivientes, dejaste la Guardia Civil…
Era incompatible. He sido un afortunado por trabajar durante 15 años en la Guardia Civil y me gusta seguir vinculado porque soy un enamorado del Cuerpo. Tengo varios proyectos con ellos y doy Educación Física en una academia que prepara a opositores.
Perteneciste a un cuerpo de élite.
Sí, estuve siete años en el grupo antiterrorista rural, grupo de acción rápida, que tiene ese toque diferente por la complejidad de sus acciones y logística.
En la isla forjaste una amistad con Rocío Flores y te has mostrado indignado por la posición en la que le han dejado tras confirmarse la relación de su padre con Marta Riesco.
La gente sabe solo lo superficial, pero ella, además, tiene una vida y unos problemas a los que todo esto no ayuda en nada. No voy a entrar a culpar a nadie, siempre he intentado defenderla desde la perspectiva de que entiendo su dolor. Mi intención no es criticar a Antonio David sino decir: ¡Basta ya de hacer las cosas mal con esta chica!
El nuevo trabajo de Jorge Pérez: colaborador en televisión
¿Cómo te sientes en tu faceta como colaborador de ‘Ya es mediodía’?
Muy cómodo. Desde el primer día todo el equipo me ha tratado maravillosamente bien. Yo intento, desde el respeto, dar mis opiniones. Me vale más que mi conciencia me deje dormir por las noches que tener más dinero en la cuenta.
¿Te gustaría seguir probando formatos en la televisión?
Tengo muy idealizada la figura de presentador como Jesús Vázquez. En un formato de entretenimiento distendido me podría encontrar a gusto.
Tienes también un proyecto para enseñar a la gente a llevar una vida saludable.
Sí está basado en el deporte, descanso y alimentación. Mi intención es ayudar a la gente a implementar un estilo de vida saludable, cuyo efecto secundario sea tener un mejor cuerpo. La idea es hacerlo, al principio, con consejos online y vídeos y, con el tiempo, organizar unos campamentos. Y también tengo algunos proyectos con Alicia. Por ejemplo, en abril, una estancia de cinco días donde trabajar mente, deporte, naturaleza y resetear el cuerpo.
Has reconocido que tú mismo tuviste un problema de obsesión con tu cuerpo…
Sí, por esa autoexigencia que nos creamos debido a los cánones de belleza, me obsesioné con tener un cuerpo tan perfecto que distorsioné la realidad. Estaba mucho más fuerte que ahora pesando 100 kilos y no me veía bien. Era una condena. Ni disfrutaba de mi cuerpo ni quería salir a cenar o de viaje. Era un amargado, porque estaba enfermo.
¿Cómo lo superaste?
Me hice una lesión en el brazo en el viaje de novios y eso me llevó a una depresión. Me empecé a recuperar cuando acepté la situación. Alicia fue un pilar muy importante, sin duda,. Hoy disfruto con el deporte, pero de otra manera.
Matilde Molinero.
Fotos: Luis Miguel González.
Estilismo: Virginia Abzueta.
Peluquería y maquillaje:
Agustín Hernández.
Vestuario: Gallery Man,
El Caballo (Gijón), Virginia Abzueta, Calzamou y Daughter of The Syle.