Se ha convertido en una de las caras más reconocibles del fin de semana gracias al programa Fiesta. Allí, además de coordinar junto a José Ángel Leiras, Jorge Moreno se encarga de agitar el programa con sus famosas “últimas horas”. Pero llegar hasta aquí no ha sido fácil. El periodista es un ejemplo de constancia y superación y buena muestra de ello es su larga trayectoria en los medios. Atento y cariñoso, este tinerfeño nos ha invitado a su casa para abrirnos su corazón y, ojo, porque no ha defraudado.
¿Vives de hipoteca o de alquiler?
Hipoteca.
¿Cuánto tiempo llevas viviendo en esta casa?
Casi tres años. Fue amor a primera vista. Cuando la vi me teletransportó a la primera etapa en esta ciudad, hace ya 15 años. Ese Madrid de ‘recién llegado’ y donde también viví en un loft. Ahí me empezó a interesar todo el concepto de espacio abierto y diáfano con diferentes alturas muy típico de Nueva York. Me encanta la decoración y el diseño de interiores. Es mi otra gran pasión.
¿Te has encargado de la decoración?
Por supuesto. Esta casa dice mucho de mí. La reforma de la cocina es un diseño mío y de un amigo que me ayudó a concretar la idea que tenía en la cabeza. Las butacas son un diseño suyo. Hay muebles de hace años y otros más nuevos. Guardo con cariño los autógrafos de Rocío Jurado y Raphael. Hay libros como las memorias de Lola Flores que lo tengo como libro de consulta. Soy un folclórico muy ecléctico. Amo a Lola Flores, pero también a Karol G. La pared de cuadros representa muy bien mi forma de ser. El cuadro azul lo compré hace años en la tienda de un amigo, representa el mar. Es una manera de traerme de mi isla algo tan importante.
Llevas muchos años dedicándote a esta profesión, pero es ahora, en el programa Fiesta, cuando la gente te está conociendo mejor ¿Cómo estás viviendo esta etapa profesional?
Pues con la sensación de navegar en el barco correcto. Con buena marcha. Con la mejor tripulación que existe y con las ganas de seguir festejando los datos que hacemos cada fin de semana. El equipo es lo más importante. Tenemos el mejor. Gracias a ellos la gente conecta con nosotros y eso es apasionante.
Tu interpretación de Raphael estas Navidades ha sorprendido a muchos. ¡Desconocíamos ese don para la actuación!
Amo a Raphael desde que era un niño. En el colegio lo imitaba mucho y esto ha sido otro sueño hecho realidad. El primero fue conocerlo en persona. He recibido muchísimos mensajes de seguidores que se han sorprendido como tú al verme cantar. A ver, no soy cantante pero cuando me arranco, voy con todo.
"Trabajar con Emma es toda una responsabilidad", nos dice Jorge Moreno
¿Cómo es trabajar con Emma García?
Pues toda una responsabilidad. Ella también es periodista y sabe que esto es un reto a superar cada fin de semana. Es comprometida y muy profesional pero sobre todo, mantiene esa cercanía con el equipo que estimula mucho. Los colaboradores también lo notan y eso es importante.
Antes fuiste reportero en Socialité. ¿Qué te parece el nuevo rumbo que le depara al formato?
El programa está consolidado y en el equipo hay compañeros muy buenos. A María Verdoy la van a acoger con los brazos abiertos. Estoy seguro. Les irá fenomenal.
¿Has podido hablar con María Patiño?
Claro. La veo bien. Tranquila. La incertidumbre es lo que la tenía más desanimada. Como ella misma dice, “yo no estoy con quién no quiera estar conmigo”. Ya está. A otra cosa. Ella ha llevado el formato a lo más alto. Al igual que yo, María es una curranta de este oficio y muy pasional. Con esos ingredientes es imposible que te vaya mal en la vida. Le irá bien, seguro.
Pertenece a una gran familia ligada al Periodismo
¿A lo largo de estos años te has llevado muchas decepciones laborales?
Pocas, la verdad. Soy muy leal y legal con la gente buena. No hay nada peor que el miedo y el rencor. Son dos cosas que no puedo llevar en mi mochila, que ya me pesa mucho la vida por los años y otras cosas.
Procedes de una familia del sector de la comunicación ¿Qué has aprendido de ellos?
Mi padre es el mejor espejo donde reflejarme. Ha trabajado en prensa, radio y televisión y ha gestionado grandes equipos de trabajo, así que imagínate todo lo que me ha enseñado. Jamás tendré palabras de agradecimiento por todo lo que ha hecho por mí. Lo fundamental: creer en mí. Mi tío y mi hermano también son periodistas, de los cuales sigo aprendiendo cada día. Pensar que tienes la lección aprendida no vale. La vida y tu familia siempre está ahí para sorprenderte y enseñarte algo.