Jorge Javier Vázquez, recuperado ya del mal de altura, ha logrado el hito que se propuso alcanzar durante sus vacaciones en Perú.

Por fin, Jorge Javier Vázquez ha logrado hacer realidad el sueño que se propuso cumplir al aterrizar en Perú: visitar el Machu Pichu. El presentador se trasladó al país sudamericano hace unos días para disfrutar allí de sus vacaciones de verano, pero, por sorpresa para todos, tuvo que hacer frente a un importante contratiempo. Y es que tuvo que ser ingresado en un hospital tras sufrir mal de alturaRecuperado ya del edema pulmonar que lo obligó a recibir asistencia médica, ha conseguido su propósito. "Valió la pena. Pelos de punta", dice en sus redes sociales posando la ciudadela inca ubicada en las alturas de las montañas de los Andes, sobre el valle del río Urubamba.

Jorge Javier Vázquez logra su sueño después de su ingreso en Perú: "Pelos de punta"
Instagram

Ataviado con unos ajustadísimos pantalones vaqueros, camiseta y unas deportivas, el conductor de ‘Sálvame’ ha transmitido de este modo un nuevo mensaje de tranquilidad. Es evidente que está bien, y ha recobrado las fuerzas por completo tras sufrir tan inesperado revés de salud.

El propio Jorge Javier reveló su ingreso hospitalario en las redes sociales

Fue el pasado martes cuando se supo, en boca del propio Jorge Javier, que había estado mal. "Queridos amiguitos: Perú es un país maravilloso. Llegué hace dos semanas y he conocido la preciosa Lima, he visto volar cóndores y poquitito más", ha arrancado diciendo en su perfil de Instagram. "Porque el lunes pasado me tuvieron que ingresar en un hospital durante dos días por el mal de altura. Cuatro sesiones de cámara hiperbárica para que desapareciera el edema pulmonar, corticoides, antibióticos y qué sé yo! Una fiesta", decía en su perfil de Instagram.

Jorge Javier Vázquez logra su sueño después de su ingreso en Perú: "Pelos de punta"
Redes sociales.

"La gastronomía es excelente pero la disfruto poquitito porque tengo la garganta inflamada y cada bocado que me meto es un cuchillo que se me clava en el alma. Ahora bien: la gente encantadora y muy solícita. Pude visitar a rastras Macchu Picchu, chutándome oxígeno cada diez minutos. Pasito a pasito, suave suavecito. Y Cusco. Adjuntaré fotos mañana", decía. Así lo ha hecho. Apenas 24 horas después de su post se ha puesto de nuevo en contacto con sus amigos, compañeros y followers a través de las plataformas digitales para dar noticia de sus logros.

Por suerte, todo ha ido como esperaba y ya está de nuevo a pleno rendimiento. Atrás quedan las horas de preocupación tras sentir fatiga y dificultades para respirar. Así narraba lo sucedido a sus compañeros en primera persona: "La segunda noche, cuando me desperté, me costaba la vida caminar. Llegamos al hotel. Dije 'no llego a la habitación'. Almorcé, me metí en la cama a las cuatro de la tarde hasta por la mañana del día siguiente. Y al día siguiente el cansancio era tremendo. Llamamos a un médico y decidieron ingresarme. No podía con mi vida. Vino un médico y decidieron ingresarme. Mal de altura".

Siempre positivo, en ningún momento se le ha pasado por la cabeza regresar a España sin cumplir su objetivo de llegar al Machu Pichu: "Es una cosa que puede pasar. Al final la soluci��n qué es: ¿quedarse en Madrid y no ver nada? Pues no. Estaban las preocupaciones lógicas, pero tenían todo organizado. Lo tienen todo preparado, la atención ha sido exquisita. Te sientes seguro en todo momento. Voy a seguir con el viaje, estoy encantado. El país me está pareciendo maravilloso». Dicho y hecho.