Ana Rosa Quintana y Jorge Javier Vázquez son viejos conocidos. Ambos han compartido horas delante de los focos hace más de dos décadas y, ahora, el fin de 'Sálvame' los convierte en protagonistas de la noticia. El de Badalona ha explicado que mantuvo un reciente encuentro con la presentadora -cuando ya se sabía que sería ella quien le sustituiría en las tarde de Telecinco-. Además, ha contado lo que le dijo.
Unas declaraciones, que el catalán ha realizado en 'La tarda' de Catalunya Ràdio. "Me encontré a Ana Rosa de casualidad y lo que me salió de corazón fue darle dos besos y desearle suerte", ha asegurado. Asimismo ha recordado que es una persona a la que estima y que forma parte de su trayectoria profesional. "Empecé a trabajar con ella hace más de 25 años en 'Sabor a ti' en Antena 3. Sinceramente, por encima de todo, yo le tengo un gran cariño a Ana Rosa Quintana, no lo puedo negar. Le di dos besos y le dije que estas son cosas que pasan en la empresa".
Lo que le dijo Ana Rosa a Jorge Javier Vázquez
Durante el inesperado reencuentro reinó la cordialidad y la periodista le confesó que aceptó la oferta que le había realizado Mediaset por el fuerte compromiso que siente hacia el medio de comunicación. "Ya que la cadena se había portado tan bien con ella, quería corresponder a esa relación tan buena que tenían". Jorge Javier Vázquez se ha pronunciado con cautela sobre los motivos del fin del programa. "Puedo tener mi opinión, pero a lo mejor no es la adecuada. Y, sinceramente, no me gusta expresarme. Yo sigo en la empresa y sigue siendo mi casa. En toda esta historia sí que quiero tener la cabeza muy fría. Soy muy feliz en esta empresa".
El de Badalona continúa teniendo contrato de exclusividad hasta 2025 con la cadena. "Y continuaré en mi puesto de trabajo", subrayaba. Aunque, por el momento, se desconoce si le reubicarán próximamente en otro programa. Se siente "orgulloso" de estos 14 últimos años de trayectoria profesional, a pesar de que ha tenido sus más y sus menos con 'Sálvame'. "He odiado el programa profundamente. Los domingos quería desaparecer e irme a otro país para no tener que volver. Ahora no sé bien cómo estoy, pero llevaré una vida tranquila, estable, en la que seré consciente de lo que significa vivir". Fiel a su carácter vital, predecía que el futuro iba a ser esperanzador. "Vendrán cosas maravillosas. La vida me sorprenderá".