Joaquín Torres por fin es libre. El arquitecto se ha sincerado dos meses después de su boda con Raúl Prieto y ha contado lo que ha supuesto para él su homosexualidad: “Fue mi gran tragedia”. Lo ha hecho en el podcast ‘No es para tanto’, de Podimo, en el que ha charlado con el tenista Cisco García y le ha abierto su corazón como nunca antes lo había hecho. Para nadie es un secreto que Joaquín ha sufrido mucho con su homosexualidad, durante años no conseguía aceptarse: “Yo en casa oía constantemente: ‘Lo peor que puede tener un padre es un hijo maricón’. Hasta el punto de que mis padres me llevaron a un psiquiatra con 14 años para ‘curarme’, estuve año y medio yendo tres veces por semana. Y eso me tapó aún más, llegué a negarme a mí mismo mi propia sexualidad”, comenzaba explicando el arquitecto.
Un matrimonio lleno de sufrimiento con Mercedes
Una infancia complicada que lo llevó a reprimir sus verdaderos sentimientos durante muchísimo tiempo y es que para él, “la palabra ‘maricón’ era como una hostia que me daban en el alma, lo magnifiqué de una manera absurda”. Una palabra, que sin embargo, ha tenido que llevar toda su vida con él. Incluso cuando conoció a Mercedes Rodríguez, la mujer con la que estuvo casado más de una década. A pesar de que con ella “siempre fue honesto”, no lo pasaron bien en su matrimonio: “Yo no deseaba a Mercedes, ¿tú sabes lo que es acostarse con alguien que no deseas? Llorábamos juntos muchísimas veces, no éramos felices”.
No fue hasta que inició su colaboración en ‘Sálvame’, en 2012, cuando comenzó a ver la luz y a aceptar lo que se ocurría: “Acepté mi homosexualidad con 40 años, con dos hijos y con una vida formada. No fue porque conocí a Raúl, fue por ‘Sálvame’. Descubrí una cantidad de homosexuales con una vida digna…Había dignidad y normalidad. Y yo me había machacado con otras ideas, yo he sido mi gran enemigo, sufría muchísimo”. Aunque no fue nada fácil, sobre todo por el círculo social del que se había rodeado durante todo ese tiempo: “Perdí amigos cuando dije que era gay. Una mujer muy conocida de Madrid, que era íntima amiga mía, me dijo: ‘Joaquín, no te separes. Haz una doble vida, hay cantidad de hombres que combinan su sexualidad con su matrimonio’. Y yo decía… ¿Cómo es posible?”
Así se lo contó a sus hijos
En todo este proceso, que duró varios años, se había planteado muchas veces cómo sería el momento de afrontar su nueva vida con sus hijos, Álvaro y Manuel. Imaginó en innumerables ocasiones el momento. Hasta que a su hijo mayor, en el colegio, le dijeron que su padre tenía “un gran secreto”. Ahí tuvo que intervenir el propio Joaquín: “Fue lo más difícil de mi vida. Tuve que hablar con él y se lo expliqué. Y me dijo, con 8 años: “Papá a mi no me importa nada quién te gusta y quién no te gusta, yo lo que quiero es que tú seas feliz”.