Todos los medios de comunicación amanecieron este fin de semana cubriendo una fatídica noticia: un incendio mortal en un restaurante de Madrid. Hasta el momento han fallecido dos personas, una de ellas un camarero de solo 25 años que en su día se presentó a 'Operación triunfo' y que soñaba con ser cantante. Lo que no imaginaba es que una tragedia que ha copado titulares acabaría con su vida. Hablamos de Julián Robles, una promesa de la música que se hacía llamar Jay y que cantaba trap o reggaeton.
El joven nació en Benidorm, pero se mudó a Madrid para cumplir su sueño profesional. Quería triunfar, pero era consciente de que hasta que ese momento llegara debía mantenerse con otros trabajos. Por ello, hizo lo posible hasta encontrar un trabajo estable en un restaurante de Madrid, de hecho, acababa de estrenarse en este restaurante en el que ha perdido su vida. "Estamos hechos polvo. Ya no le vamos a devolver la vida, pero que se intente hacer justicia para evitar que pase algo parecido", decía su padre al preguntarle por la tragedia que ha sacudido su familia. Solo llevaba una semana trabajando y ahora su familia está planteándose denunciar por posible negligencia por parte del restaurante. Quieren que todo se esclarezca y se demuestre si este horror podría haberse evitado.
Jay Robles se presentó a 'Operación triunfo' en el año 2020 y, aunque llegó a la final, no fue uno de los 16 elegidos. Lo logró gracias a una canción que él había compuesto y que le sirvió para acariciar el celo con los dedos. Eso no evitó que siguiera probando suerte y buscando que su talento fuera reconocido, tal y como demostró también el concurso musical 'Vodafone yu Music Talent'.
El incendio comenzó poco después de las 11 de la noche, siendo en la entrada del local donde se inició. Esto evitó la evacuación después de que se intentara flambear con un soplete una pizza, un plato que estaba en carta y que nadie jamás imaginó que acabaría de esta manera. Las llamas se propagaron por la vegetación artificial que había en el techo, lo que hizo imposible que todo el mundo pudiera abandonar el local. Gracias a la intervención de los servicios de emergencia y a los bomberos no se lamentan más fallecidos.
La otra persona que ha perdido la vida es una enfermera vasca de 42 años que había viajado a Madrid para pasar unos días junto a unos amigos. En el hospital en el que trabajaban la recuerdan como "buena compañera, trabajadora y la sonrisa perpetua".