Hace justo un año, SEMANA entrevistó a los dos locutores de Cadena 100 ajenos a todo lo que ocurriría un mes después. Una pandemia mundial que nos obligaría a todos a cambiar nuestro modo de vida. Con motivo de sus más de tres mil programas de Buenos días con Javi y Mar y sus casi 15 años de emisión, los locutores más queridos de la radio, Javi Nieves y Mar Amate, nos revelan cuál es la verdadera relación entre ambos, cómo han vivido estos meses y los pros y los contras de formar parte de uno de los programas matinales más escuchados de la radio.
Ya lleváis la friolera de más de 3.000 programas en directo. Una cifra, por desgracia, poco común.
Mar:
Mi impresión va más por año que por programas, pero sí que diría que en radio somos el programa que más tiempo lleva en emisión. Para mí es algo bueno, porque significa sobrevivir a la vida y eso es un plus.
También mantenéis una media de más de un millón de oyentes por programa.
Javi: Es que están las dos cosas relacionadas. Si no tienes oyentes, no duras muchos años.
Eso implicará mucho trabajo, para no bajar el nivel y sorprender cada día a vuestro público. Y madrugones...
Javier: Totalmente. Si no te respaldan los oyentes, no puedes seguir. Esta profesión es así. Es duro, pero es muy divertido. A mí me parece divertidísimo estar reinventándose, de lo contrario sería muy aburrido.
Mar: Los madrugones cuestan, pero hay mucha gente que se levanta a las 6 para otros trabajos... Solo hay que acostarse más pronto. Es una manera de vivir a la cual una se adapta. Este año nos ha enseñado que si hay algo que triunfa en la vida de alguien es la adaptación.
Después de casi 15 años, por primera vez, habéis estado separados durante meses debido a la pandemia ¿Cómo lo habéis sobrellevado?
Mar: En mi caso, había algo que traspasaba a todo eso y era lo que estaba pasando. Yo, en lo menos que pensaba era en que Javi estaba en su casa y yo en la mía. Todo te superaba, pero sí es verdad que lo hemos hecho muy bien. Ahora me sorprendo de que hayamos grabado el programa, cada uno en un entorno distinto y manteniendo la misma comunicación. Al final, lo que nos podía era el momento y las ganas de hacerlo bien. Y creo que se hizo bien.
Javi: Es que, además, en el programa somos doce y nos fuimos todos a casa. Sólo se quedó el técnico de sonido. Ha sido maravilloso presenciar cómo un equipo de doce personas se compenetraba tan bien. Eso es, afortunadamente, porque llevábamos mucho tiempo juntos.
Mar, una vez dijiste que había cosas que conocías al dedillo de Javi y que, sin embargo, había otras muchas que desconocías ¿Cuáles son esas cosas?
M: Javi es como una caja de Pandora y nunca sabes por dónde va a salir. Yo te diría, que el 90% de las veces sé por dónde sale, pero otras veces me la clava. El otro día, por ejemplo, me sorprendió llegando al plató diciendo que había visto, por primera vez, Top Gun, y venía flipando como un niño pequeño. Pero, ¡si la película tiene 23 años ¿Cómo es que no la has visto? Esto, por ejemplo, fue algo que me sorprendió.
Y tú, Javi ¿qué es lo que más desconoces de ella?
J: Yo no tengo ni idea de cómo es Mar de puertas de casa para adentro, y me alegra mucho no saberlo (se ríe). Ella tampoco sabe cómo soy yo. Tenemos que tener nuestro espacio propio. Una de las cosas que hemos aprendido a valorar en la pandemia ha sido justo eso. Nosotros tenemos que darnos ese espacio propio.
M: Es verdad que conocemos muchos aspectos de nuestra vida privada, porque tenemos reuniones en la que nos contamos cosas. Pero claro que hay situaciones que es mejor que no sepamos.
¿Qué sois, grandes compañeros o grandes amigos?
J: Somos verdaderos amigos. La amistad, en el fondo, es una relación de amor y yo quiero a Mar. Yo he estado en momentos especiales de su vida y ella en la mía. ¿Que existen malos momentos? Pues claro. Pero cuando pones todo en una balanza, siempre gana lo bueno. Aguantar a una persona, es sujetarla y no soltarla. Es decir, sostenerla.
M: ¿Oíste qué bonito eso de sostener? ¡Me ha encantado! Si a mí me pasa algo gordo, aunque desconozca detalles de mi vida, hay un teléfono que voy a marcar y es el suyo. Cuando hay quince años de por medio, y fíjate que cuando me levanto torcida… Y Javi tiene también su carácter, aunque tenga los ojos azules. Al final, los dos hemos sabido respetarnos y eso está por encima de casi todo. Tú puedes querer a alguien o puedes admirarle, pero cuando lo quieres, admiras y respetas, el trío ya es indescriptible.
¿Cuál es la ventaja y desventaja de madrugar tanto?
M: La desventaja, para mí, son las arrugas de expresión. Te lo digo completamente en serio. Cuando uno no duerme las horas suficientes, eso se nota en la cara. Por eso las modelos duermen de 10 a 12 horas. Yo pensaba que era un mito y no lo es. Y la ventaja es que, si lo haces bien, a quien madruga dios le ayuda.
J: A mí, una de las cosas que más me gustan, cuando estoy de vacaciones, es pasear por una ciudad de noche. Me acuerdo de un viaje que hicimos mi mujer y yo a Córdoba y al estar paseando de noche fue cuando me di cuenta que estaba de vacaciones. Porque nunca me puedo permitir paseos nocturnos.
¿Y cuándo estáis en casa, qué os gusta hacer?
J:
En mi casa hemos hecho ahora una pequeña reforma, hemos ampliado el salón y hemos dejado una pequeña zona de estudio y nos ponemos todos a estudiar. Es una especie de biblioteca y se genera muy buen ambiente. Estamos muy a gusto allí.
M: Yo es que soy súper casera. Es verdad que con esta pandemia salgo a la calle en cuando puedo, pero me gusta mucho estar en mi casa. Es muy pequeñita, pero hay ciertos rincones que estéticamente me apasionan. Hay rinconcitos que me producen el síndrome de Stendhal. El hecho de que mi casa sea la casa de la gente a la que quiero, me produce mucha alegría.
¿Y el estar sola?
También me produce mucha alegría, porque es mi remanso de paz. Es un sitio bastante sagrado para mí. En mi casa no puede entrar todo el mundo. Tienes que entrar siendo invitado.
¿Os habéis planteado alguna vez cambiar de horario?
J: Yo no me lo he planteado. A mí el horario me permite muchas cosas positivas, como, por ejemplo, tener la tarde libre. Ahora me he metido a estudiar, pero puedes hacer una serie de cosas distintas a lo habitual.
M: Yo no es que improvise mi vida, pero sí que es verdad que ahora mismo no planeo mucho a largo plazo. Sí que tengo futuro mental de imaginarme jubilada, de muy mayor, en un pueblecito. Pero ahora mismo estoy bastante adaptada a este horario y si tengo otro me adaptaré igual.
¿Cómo os imagináis en un futuro?
M: Yo voy a tener tres perros y dos gatos. Voy a estar en familia y voy a vivir en un terrenito del cual os traeré cajitas de peras y manzanas y haré mi vino. Me veo feliz de aquí a un futuro. No sé cómo, ni dónde, ni con quién, pero me veo bien rodeada y feliz. Todo esto, como tengo mucha fe, me tranquiliza.
J: No me lo he planteado. Vivo al día. Dependiendo de mis hijos tendré muchos nietos. Estoy haciendo cosas que nunca me imaginé que haría, así que de aquí a veinte años seguramente estaré haciendo cosas que no me imaginaba.