Isabel Pantoja vivió uno de los peores días de su vida el pasado martes cuando tuvo que sentarse en el banquillo de Málaga para declarar. La tonadillera se derrumbó en el interior de la sala cuando durante unos minutos fue el objetivo de muchas cámaras. Ha sido muy duro para ella y notó las consecuencias nada más llegar a Cantora. Después de unas horas declarando, Isabel volvió a casa junto a su hermano, Agustín Pantoja, que no se ha separado de ella nunca.
Pues bien, nada más llegar a su refugio, Isabel Pantoja necesitó asistencia médica. Así lo hace saber Antonio Rossi en 'El programa de Ana Rosa'. "Isabel y su hermano llegan a Cantora después de declarar y la situación estaba fuera de control. Estaban nerviosos", ha empezado diciendo el periodista.Ya instalados en la finca, Agustín tuvo que llamar al médico de confianza de Isabel, que está en el hospital de Jerez: "Se pusieron en contacto con el hospital de Jerez, querían pedir consejo médico. Agustín abandonó Cantora para recoger cosas que le habían dicho esa llamada que la cantante necesitaba y volvió a Cantora para atender a su hermana", termina diciendo, dejando claro que Isabel Pantoja estaba en crisis.
Isabel Pantoja necesitó asistencia médica al llegar a Cantora
Isabel Pantoja pasó este martes un momento muy duro. Reapareció públicamente después de meses de encierro en Cantora, donde ha estado instalada tras la muerte de su madre, Doña Ana. En medio de su recuperación de una depresión, la cantante tuvo que trasladarse hasta Málaga para declarar en el juzgado. La entrada al Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga fue sorprendente, ya que ha tenido que ser escoltada por la Guardia Civil por la cantidad de prensa que había en la puerta de las instalaciones.
Las consecuencias de esto las notó al llegar a su refugio
Una vez dentro de la sala, Isabel tuvo que ver cómo la prensa le hacía fotos, ya sentada en el banquillo. En este momento, la cantante se derrumbaba y no pudo evitar las lágrimas. El juez tuvo que decir en un momento dado que «ya es suficiente», para que así Isabel recuperara la tranquilidad. Isabel Pantoja, oculta bajo su mascarilla obligatoria, tenía que limpiarse las lágrimas en varias ocasiones.La cantante, que no pasa por un buen momento personal, llegaba vestida totalmente de negro y acompañada de su hermano, Agustín Pantoja. Este está siendo el mejor apoyo. Ya lo era antes de la muerte de su madre, Doña Ana, pero también lo es ahora, cuando la cantante intenta recuperarse de una depresión. Esto la mantiene alejada y totalmente encerrada en Cantora.
El motivo de su reaparición en los juzgados
Isabel Pantoja ha tenido que salir de su encierro porque tiene que comparecer como administradora única de la sociedad Panriver56 y explicarse acerca de la supuesta venta irregular de la casa Mi Gitana, la misma propiedad en la que vivió con el que fuera alcalde de Marbella, Julián Muñoz. Isabel Pantoja podría enfrentarse a tres años de cárcel. Y es que la Fiscalía provincial considera que la cantante fue “cooperadora necesaria de un delito de insolvencia punible”, ya que creen que en todo momento intentó eludir el pago de una deuda. No solo se le solicita para ella tres años de prisión, también podría ser condenada a pagar 11.000 euros de multa y 110.000 euros de indemnización. Esto es lo que pide la empresa que ha demandado a su sociedad.