Isabel Pantoja se ha desplazado hasta los juzgados de Málaga para sentarse en el banquillo de los acusados.
Isabel Pantoja tenía marcado en el calendario este martes 22 de marzo como uno de sus días más complicados, pues le volvía a tocar sentarse en el banquillo. La tonadillera tras varios meses recluida ha salido de Cantora y ha sido vista en el Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga, donde ha acudido junto a su hermano Agustín, que también declara, pero como testigo. Debe comparecer como administradora única de la sociedad Panriver56 y explicarse acerca de la supuesta venta irregular de la casa Mi Gitana, la misma propiedad en la que vivió con el que fuera alcalde de Marbella, Julián Muñoz.Visiblemente seria y sin querer dar declaraciones, Isabel ha llegado a primera hora de la mañana a los juzgados. Ha acudido provista de mascarilla y con unas enormes gafas de sol que cubrían su rostro, aunque era evidente que se encontraba incómoda por la situación. De hecho, varios miembros de la Guardia Civil la flanqueaban hasta la entrada del juzgado, evitando así que todos los periodistas agolpados allí pudieran acercarse demasiado a ella. Más de seis personas la han acompañado y es que esta cita judicial generaba desde hacía días un gran interés mediático.
Si bien todavía no se conoce la decisión del juez, lo cierto es que Isabel Pantoja podría enfrentarse a tres años de cárcel. Y es que la Fiscalía provincial considera que la cantante fue “cooperadora necesaria de un delito de insolvencia punible”, ya que creen que en todo momento intentó eludir el pago de una deuda. Precisamente por el asunto que le ha llevado ahora a los tribunales, la artista y sus abogados emitieron un comunicado en el que contaban que Isabel le había dado a su hermano los poderes necesarios para que se encargara de la venta de la casa al encontrarse ella en prisión.
Vídeo: Europa Press
Vídeo: Europa PressCon esta aclaración dejaron claro que el precio de venta se destinó a hacerse cargo de diferentes pagos entre los que rezaba la hipoteca y gastos de la venta y no a un paraíso fiscal. «Son falsas las manifestaciones sobre paraíso fiscal donde se acusa a mi representada de tener fondos de la venta, la cual es pública notarialmente y registrada a efectos fiscales en Agencia Tributaria y Hacienda Local de Marbella«, dijo su letrado. Esta residencia, situada en la urbanización de La Pera, fue adquirida por Pantoja en el año 2004, siendo diez años después, en 2014, cuando fue puesta en venta. 12 meses después un comprador británico se fijó en ella y la demolió para construirse una vivienda a su gusto, sin embargo, la casa sigue estando muy presente en su vida.Ahora Isabel Pantoja debe esperar para conocer el final de su juicio y si finalmente es condenada de todo lo que se le acusa. Seis años después de abandonar para siempre la prisión de Alcalá de Guadaíra, la madre de Kiko Rivera podría pisar, quién sabe, de nuevo su peor pesadilla.