La muerte de doña Ana pareció limar asperezas entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja. Madre e hijo se fundieron en un abrazo en Cantora, un acercamiento que, según él, consiguió lo imposible. Quedaron en verse de nuevo, en sentarse a charlar y olvidar así sus rencillas, siendo en estas semanas cuando el encuentro se iba a producir. No ha sido así y volvió a quedar patente con la desconcertante respuesta que ha dado el DJ en los Premios Radiolé. "Quién sabe si en 2022 o 2023. Las cosas de palacio van despacio", dijo. A pesar de que él mantuvo que volvía a reinar la paz en el clan, nada más lejos de la realidad y así lo revela a SEMANA alguien muy cercano a la tonadillera.
Kiko Rivera le tendió la mano a Isabel justo antes de la entrega de premios, llegando incluso a invitarla para que fuera testigo en primera persona de su galardón. Aseguró durante una entrevista que la llamaría en privado, sin embargo, no hubo ni rastro de la artista en aquella noche tan mágica para su hijo. Isabel Pantoja es incapaz de olvidar todo lo que su hijo ha dicho de ella a lo largo de este último año. Su imagen pública se ha visto muy dañada tras las acusaciones de Kiko Rivera y es muy difícil para ella hacer borrón y cuenta nueva. "Es muy orgullosa y rencorosa y todo lo que Kiko ha dicho de ella no lo va a olvidar jamás. Ha dicho barbaridades de ella y eso no lo perdona Isabel ni con un abrazo de 15 minutos. Los que la conocemos nos parecía imposible que fuera a recibir a su hijo con los brazos abiertos. Una cosa es lo que ocurrió cuando murió doña Ana y que le abriera las puertas de su casa y se fundieran en un abrazo, pero otra es que ahora se siente con él como si nada. Eso es impensable”, explican a este medio.
Estas fuentes nos indican que “es casi seguro que ha sido Isabel quien ha propiciado que este reencuentro no se haya producido. Seguro que o le ha puesto alguna excusa para que su hijo no acuda o le ha reprochado algo para que sea Kiko quien, molesto, haya decidido no ir, sin saber que en realidad quien lo ha decidido ha sido ella”. Todo apuntaba a que se abría una nueva etapa para ellos, pero lo cierto es que cuatro semanas después de la muerte de doña Ana, Isabel Pantoja y Kiko Rivera no han vuelto a verse. Se unieron durante unas horas para recordar a la matriarca de la familia y llorarla en la finca de la discordia, pero eso no borra todo lo que ha pasado estos meses.
Isabel Pantoja no pasará página tan fácilmente
Para Isabel Pantoja sus hijos son muy importantes, pero el escarnio público al que se le ha sometido estos meses es demasiado para ella. No ha sido una riña sin importancia, la ha acusado de engañarle y, para más inri, ha hecho una firma de ropa llamada 'Kantora is mine', un auténtico zasca a su progenitora que a ella le indignó. La situación se ha convertido en insostenible y ya son pocos los que confían en que la reconciliación se produzca próximamente.
Estaba previsto que Isabel Pantoja se reencontrara no solo con su hijo Kiko, sino también con sus nietas, a las que no ve desde hace meses. Aunque la tonadillera las echa mucho de menos, esta cita no tendrá lugar a corto plazo, ya que Kiko Rivera e Isabel Pantoja no tienen pensado verse ahora. Los planes han cambiado y la historia vuelve a dar un giro inesperado, a pesar de lo que muchos creían que había mejorado la relación de madre e hijo. Isabel no se siente preparada y, por el momento, no conversará con su hijo sobre todo lo sucedido entre ellos desde aquel fatídico 2 de agosto en Cantora. Entonces, él descubrió presuntamente todos los enseres de su padre que habían sido robados en el pasado, un hallazgo que le quitó la venda de los ojos, según el propio Kiko Rivera.El DJ tras perder a su abuela tomó la decisión de no acudir a la boda de Anabel Pantoja y viajó desde La Graciosa hasta Cádiz para abrazar a su madre. Tuvo claro que quería estar con ella, pues era consciente del durísimo golpe que acababa de asestarle la vida a su madre. Aunque ese día sirvió para reencontrarse y para que ambos lloraran por la pérdida de la matriarca del clan Pantoja, no fue suficiente para olvidar todo lo que ha pasado hasta ahora. Isabel Pantoja no dará su brazo a torcer, ya que, según nos desvela su entorno más próximo, no está dispuesta a pasar página tan fácilmente.