SEMANA ha podido acceder a todos los detalles de la salida que ha realizado a Córdoba, donde comió en uno de los restaurantes más conocidos de la ciudad
No están siendo tiempos fáciles para Isabel Pantoja. La tonadillera lleva encadenando varios años muy complicados que la han tenido sumida en una profunda tristeza y enclaustrada en el que se ha convertido en su búnker, Cantora. Todo arrancó en noviembre del 2020 cuando Kiko Rivera decidía romper con todo y protagonizar la ‘Herencia envenenada’. En 2021, su vida se volvió a paralizar con la muerte de su madre, la persona que siempre estuvo a su lado. Hace tan solo unos meses, la cantante tenía que decir adiós a su hermano Bernardo, al que siempre estuvo cuidando. Ahora su única ilusión son los preparativos de su gira por América. Quedan menos de 15 días para que haga su debut en el James L Knight Center de Miami y no ha sido hasta esta semana cuando ha empezado a reunirse con los responsables fuera de Cantora. SEMANA ha tenido acceso a todos los detalles de una de esas reuniones y a unas imágenes en las que hemos podido ver a Isabel después de muchos meses desaparecida.
Mucho más delgada que de costumbre, vestida de oscuro y con sus características gafas de sol, la tonadillera se desplazó hasta Córdoba, una de sus ciudades favoritas. Lo hizo para comer en uno de sus mejores restaurantes, el Casa Antonio. SEMANA ha podido hablar con un testigo del almuerzo, que se trató con tanta discreción que no trascendió a la prensa: “La comida fue el pasado jueves y yo la vi muy bien, ella estaba contenta y fue súper agradable con todo el personal del restaurante. No dudó en hacerse fotos con todos los que se la pidieron, muy cariñosa. No se escondió en ningún momento, al contrario. No tiene nada que ver con la imagen que se da de ella en televisión. Se la veía ilusionada y muy alegre, me gustó mucho verla así”.
Isabel eligió Casa Antonio por ser uno de los restaurantes más conocidos de Córdoba, donde degustó la gastronomía típica de la ciudad. SEMANA ha podido saber cuáles fueron los platos que se prepararon para la cantante: “Pidió pescadito frito, un buen Jamón Ibérico de bellota y entrantes típicos de la gastronomía cordobesa. Luego, ella se decidió por un primero con pescado y sus acompañantes por la carne”, nos cuenta un testigo presencial de la velada.
Aunque su actitud sea la de una persona feliz, la realidad es que la imagen de Isabel demuestra todo el sufrimiento que lleva atravesando en estos años. Con un pantalón oscuro, blusón ancho y ataviada con su característica coleta y gafas de sol, la idea de Pantoja era pasar lo más desapercibida posible en su estancia en la ciudad andaluza.Los que han estado en contacto con ella ya lo venían advirtiendo, la cantante está mucho más delgada y su imagen es la viva estampa de la tristeza. Desde hace meses, su única ilusión es la gira que ahora va a realizar por Latinoamérica y a la que la acompañarán su hermano Agustín y su sobrina Anabel. Ni rastro de sus hijos a los que, sin duda, les sorprenderá verla fuera de Cantora: “Está siempre allí, no sale a comer ni nada por el estilo”, decía su hija Isa esta misma semana en El programa de Ana Rosa. Hasta ahora.
El programa de Ana Rosa.