Isa Pantoja ha vivido una de sus Navidades más agridulces hasta la fecha. Aunque son las primeras que vive como casada junto a Asraf Beno, la hija de la tonadillera ha tenido que lidiar con la ausencia de su progenitora. Y es que, aunque madre e hija nunca han tenido un conflicto público de la envergadura del de Kiko Rivera, lo cierto es que sus caminos cada vez están más alejados.
El distanciamiento entre ellas quedaba en evidencia cuando Isabel Pantoja lanzaba un dardo en su último concierto que apuntaba a ir dedicado a sus hijos: “Yo he cantado bajito muchas nanas… ¡Muchas nanas! Ya no aguanto más mentiras, más traiciones… Van a extrañarme”, pronunciaba. Unas palabras que caían como un jarro de agua fría sobre su hija, que ahora ha reaccionado en ‘Vamos a ver’ al desprecio de su madre.
“Siempre echo de menos a mi madre, no solo en Navidad. Pero también os digo, he pasado unas Navidades muy felices, pero cuando tienes niños se vive de otra manera. No he estado llorando por los rincones, he estado contenta y feliz”, ha comenzado explicando Isa Pantoja. No obstante, ha confesado que “no ha recibido ninguna llamada de su madre”, y que por eso “la ha echado de menos”.
La Navidad de Isa Pantoja alejada de su madre
Sin embargo, si algo tiene claro la colaboradora es que sus rifirrafes con la intérprete de ‘Marinero de luces’ “no cree que se solucionen por cómo se van dando las cosas”: “Ella está con quien considera que debe estar, que para ella es su familia… Para mí ya es otra etapa, me he casado y elijo estar con mi familia”, ha aclarado con total rotundidad.
Para Isa, su prioridad es el bienestar de su hijo y también de su compañero de vida: “Yo soy madre de Alberto, a mí me duele mi hijo, no voy a mentir, antes llamaba y preguntaba por él… Para mí es mi madre y sobre todo, es abuela (…) He intentado tener una buena relación con ella, pero tengo 28 años, llega un momento en el que la vida… Es que esto se trata de avanzar, tengo una vida, tengo mi hijo y mi pareja”, ha continuado, visiblemente triste por el giro de 180 grados que ha dado su vínculo con la tonadillera.
Si algo tiene claro la tertuliana es que no va a fingir ni ante las cámaras ni detrás de ellas sobre lo que sucede dentro del clan Pantoja: “Yo respeto a mi madre, pero no la entiendo, es que llega un momento en el que todo es una realidad, no puedo sentarme y decir que todo está perfecto, porque no lo está. Tengo la conciencia súper tranquila, le he pedido perdón un montón de veces, tanto en privado como públicamente, pero no voy a dejar que me pisoteen y ya está”, ha zanjado, bastante firme en sus convicciones y dispuesta a no dar ni un solo paso atrás. ¿Será este el fin definitivo de los lazos familiares?