Himar González lleva años entrando en los televisores de toda España con sus previsiones meteorológicas. La canaria, todo un fenómeno en redes sociales, ha conseguido convertirse en una de las caras más reconocidas de los informativos de Antena 3 y a la vez, una de las que más interés despierta entre los espectadores. Sin ir más lejos, la canaria sintió el apoyo de todo el mundo cuando este 2020 fue aquejada de una grave infección que por casi le cuesta la vida. SEMANA ha charlado con nuestra protagonista para que nos cuente cómo vivió esa terrible enfermedad y nos ha conquistado el corazón por su cercanía, profesionalidad y saber estar
¿Qué tal se adapta una canaria en Madrid? ¿Llevas mucho tiempo viviendo aquí?Pues llevo ya más de once años viviendo aquí en Madrid. Estoy muy adaptada, la ciudad me encanta, tiene mucho ritmo, dinámica, la Comunidad de Madrid en sí ofrece muchas oportunidades. Estoy encantada, no puedo decir otra cosa.¿Cómo se convierte una en chica del tiempo?Pues mira, yo siempre me he dejado llevar por los caminos que me ha ido indicando la vida. En España no hay carrera de meteorología en sí, por lo cual la mayoría de los meteorólogos somos licenciados en física. Yo me licencié en física de la atmósfera (una rama de física aplicada) pero jamás pensé en acabar presentando el tiempo. De hecho, cuando yo empecé con la carrera de física quería ser astrofísica. Tengo una anécdota de mi época de la universidad en la que un compañero me dijo que él me veía como chica del tiempo (se ríe).¿Y entonces?Cuando terminé la carrera, que era muy dura, necesitaba coger un poquito de aire y me fui a EEUU a buscar fortuna y trabajar en el mundo del cine. Se me había acabado ya el visado, era muy complicado renovarlo en aquel entonces, así que tocaba regresar. De ahí me fui vivir y trabajar a Dinamarca con mi chico de aquella época, hasta que, finalmente, regresé a Canarias. Sin saber muy bien cuál sería mi siguiente paso a dar, me puse a buscar anuncios de trabajo y encontré uno en el que buscaban presentadoras de televisión. Así que como no tenía nada que perder me presenté y me cogieron. Así empecé en el mundo de la televisión en el que permanecí varios años de programa en programa como presentadora de diferentes formatos, hasta que llegó un momento en el que quise hacer converger la experiencia televisiva adquirida junto con mi formación. Me especialicé en meteorología a través de un curso ofertado por la AEMET (en aquel entonces el INM, Instituto Nacional de Meteorología) y la Universidad Complutense de Madrid. Así que llegó el momento de plantearme ser meteoróloga de informativos y, casualmente, la Televisión Canaria me ofertó esa posibilidad.Y de ahí pasas a la televisión nacional hasta la actualidad.Me fui a Madrid a entregar currículos en todas las televisiones y productoras. Al poco, me llamaron de Televisión Española y Telecinco. Mario Picazo me pidió que trabajara con él y acepté la propuesta. Y al cabo de unos meses de estar ya presentando en esa cadena, me llegó la proposición de Antena 3.¿Se puede hacer balance de tus once años en Antena 3?A mí me pasó algo muy curioso: cuando entré en Antena 3 a entregar el currículum a la cadena, fueron tan amables conmigo y tan sonrientes, que recuerdo bajar la escalinata de la entrada principal, darme la vuelta, fijar mi vista en el gran cartel de ANTENA 3 sobre la entrada, y pensar: ‘yo quiero trabajar aquí’. Aún se me eriza la piel al recordarlo. Hay tan buen feeling entre compañeros y se trabaja tan bien… Y ahora pues llevo ya más de once años como meteoróloga y editora.¿Qué tal es tu relación con tus compañeros, en especial con Matías Prats?Matías es encantador. Todos los son. Allí creo que más que compañeros, somos como amigos. En Noticias del Fin de Semana hay muy buen ambiente. Trabajamos mucho, intensamente, sí, pero el ambiente es inmejorable. A mí, personalmente, me gusta crear en mi entorno una atmósfera sana, relajada e incluso divertida en los momentos en los que se pueda (entre bambalinas, soy bastante bromista y risueña); porque cuando hay buen rollo se trabaja mejor siempre y el engranaje de un equipo funciona al milímetro; cada uno aporta su mejor versión. Tal vez ese sea uno de los secretos del éxito de Antena 3 Noticias, que trabajamos muy a gusto y apostando por dar lo mejor de nosotros en nuestro trabajo.
¿Por qué las chicas del tiempo causáis tanta expectación?¿Tú crees? Yo creo que no tiene nada que ver con que sean mujeres del tiempo. Aunque a mí me gusta más que me digan meteoróloga. Es verdad que el espacio del tiempo, dentro de los informativos, es la información que más puede enganchar, porque, al final, es algo que nos afecta absolutamente a todos en nuestro día a día. Así que la gente, en general, está muy pendiente. El tiempo siempre es importante para todo y para todos.En los últimos tiempos ha crecido mucho el interés por ti en redes sociales.Sí, hay muchísima gente que se interesa a qué lugares viajo, saber más de mí, dónde me he comprado la ropa que visto... etc. Se nota que la gente está muy pendiente y me da mucho cariño. Eso es gratificante, sin duda. Y además es una herramienta muy útil. Aunque soy bastante reservada con mi vida privada y me cuesta algo más publicar día a día.¿Has pensado en utilizar ese tirón en redes?Sí. De hecho, he de decir que, gracias a la lata que muy cariñosamente me daban mis amigas de Tenerife con estar más pendiente de las redes sociales, me puse las pilas. Además, sé que se lo debo la gente que está pendiente de mí, es el modo en el que podemos estar y sentirnos más cerca de ellos y ellos de nosotros.Hablando de cariño, hace unos meses sufriste una infección que casi te cuesta la vida ¿De qué se trató exactamente?Tuve una septicemia. La septicemia es una infección que una vez pasa a la sangre es muy peligrosa, porque en unas 48 horas aproximadamente puedes despedirte de este mundo... Además, estábamos en una época un poco fastidiada, era la segunda ola, era aconsejable no acudir a urgencias porque la situación no estaba muy bien... Yo ya llevaba más de 24 horas con 40 de fiebre y no me bajaba con nada. Fue el momento en el que decidí ir a urgencias de Quirón. La doctora que me atendió, tras auscultarme un poco, se dio cuenta de lo que pasaba. Así que actuaron muy rápido y enseguida me abrieron vía para conectarme antibióticos. Las analíticas de sangre estaban muy alteradas y fuer cuando me dijeron que, si hubiera esperado un poco más, no habrían podido hacer ya nada por mí. Ya luego pasé a planta donde permanecí casi dos semanas ingresada.
¿Ahora te encuentras bien?Sí, estoy perfecta. En el hospital hicieron muy buen trabajo, mi cuerpo se regeneró excelentemente bien y muy rápido. Lo pasé muy mal. La primera semana estaba muy malita. Me ponía algo triste sentir que mi cuerpo estaba sufriendo y te ves impotente porque sabes que no puedes hacer nada por ayudar a regenerarlo antes, más que confiar en él y esperar a que la medicina ayude a revertir el proceso. Afortunadamente, tenía unos médicos fabulosos, todo el equipo que me atendió fue muy profesional y salió todo impecable. De hecho, en la revisión a las tres semanas ya parecía como si nunca hubiera pasado por nada de eso. Todo perfecto. Y luego, por supuesto, tanto cariño que recibí de mi familia, mis amigos, y tantísima gente de 'ahí fuera' que estuvieron pendientes en cada momento, a la vez que me regalaban sonrisas, energía, fuerzas.¿Esto te ha dejado secuelas?Pues justo recientemente he tenido consecuencia inesperada, y ha sido una caída exagerada de cabello que me ha durado más de un mes. Investigué un poco y me di cuenta de que era un efecto secundario de la septicemia. Fui a mi médico y, efectivamente, me dijo que justo a los dos o tres meses de tener una infección tan intensa, empiezas a tener una perdida absoluta del cabello, porque en ese proceso en el que estás con infección extrema se paraliza totalmente el crecimiento. El cuerpo, sus mecanismos y su 'sabiduría' me fascinan cada vez más. Ahora ya me están creciendo todos esos pelitos perdidos. Así que tengo la cabellera llena de pelos 'babies'.¿Te cambia la vida estas cosas?Por supuesto. Siempre. Pero ¿también sabes qué pasa? Que no ha sido la primera experiencia dura que tengo en mi vida. Así que para mí fue un recordatorio más de que estamos aquí, de que hay que vivir el hoy, porque el mañana, nunca se sabe. Tener más tiempo es lo que más deseamos, pero, sin embargo, el tiempo es lo que peor usamos muchas veces. Y este tipo de baches, vuelven a centrarte.