A pesar de que muchos conocen al arquitecto de los famosos, Joaquín Torres, pocos saben de su vida anterior, casado con la pintora Mercedes Rodríguez durante casi diez años y padre de dos hijos. Precisamente, el mayor de ellos, Álvaro, fue el encargado de dar un emotivo discurso en la boda de su progenitor con Raúl Prieto el pasado año. Ahora, el joven de 17 años se sienta con Sonsoles Ónega para hablar de los problemas que ha sufrido con las drogas y el alcohol cuando tenía 15 años. 

Álvaro Torres, hijo del famoso arquitecto, ha elegido el plató de 'Y ahora Sonsoles' para hablar de superación y hacer ver a los jóvenes que las drogas y el alcohol no son el camino y no llevan a ningún lado. Reconvertido en coach, el joven ha explicado cómo fue su descenso a los infiernos: "Yo cambié de colegio unas cuatro veces. Entré con 15 años al nuevo colegio y obviamente quieres hacer amigo, te metes el entorno que más o menos ves que te gusta y al final haces más o menos lo que tu entorno hace. Mis amigos lo que hacían era crecer muy rápido. Empezamos a beber muy pronto, con quince años, empecé con el tabaco y eso fue incrementando. Llegaron las drogas y los porros", ha comenzado explicando. 

El joven ha querido puntualizar que no entró en ese mundillo "por hacer amigos", sino porque al ver que ellos se divertían, tú "también quieres hacerlo". Sin embargo, "no te das cuenta de lo que estás haciendo". Él recuerda que el primer año que vivió las drogas y el alcohol, "no me sentía mal. Yo lo hacía, me lo pasaba bien y daba por hecho que era algo normal". 

Joaquín Torres con su hijo el día de su boda.

Joaquín Torres con su hijo el día de su boda. 

Gtres

El hijo de Joaquín fue detenido por la policía, algo que supuso un punto de inflexión para él

Álvaro Torres asegura que abusó de la confianza de sus padres, Joaquín y Mercedes. Sus progenitores tenían plena confianza en él, y él abusó de ello: "Signos hay, un niño puede ser muy listo y escaparse, pero siempre abusando de la confianza de sus padres y al final yo abusé de ello. Yo alguna vez sí he llegado a casa con ojos rojos, con indicaciones de que no estaba haciendo lo correcto. Yo he llegado a casa borracho", ha continuado diciendo el joven coach.

Aunque era consciente de la situación, en un principio no podía pararlo, ya que "muchas veces te autoconvences de que no es para tanto y es lo normal". Además, puntualiza que "sobre todo que creo que crees que nunca te pillan o te mientes y te dices que ya pararás. Tienes fe de que pararás en un futuro, yo por lo menos". Sin embargo, esto no ocurre hasta que te llevas un buen susto que te hace cambiar el punto de mira y te das cuenta de que tienes que cambiar. Precisamente, eso fue lo que le ocurrió. 

Al hijo de Joaquín Torres le pilló la policía conduciendo bajo los efectos del alcohol, tras haber consumido drogas y con una amiga más en el coche, que era para dos y había una joven en el maletero. Esto ocurrió cuando tras haber estado en un bar junto a un grupo de amigos, una de sus confidentes le pidió que cogiera su coche. Álvaro ha querido matizar que a pesar de no haber cumplido la mayoría de edad, era un microcar, un coche pequeñito que sí podía conducir: "Me paró la poli y me pillaron con todo y encima yo fumaba y yo bebía, yo no era el que más, pero me pillaron", ha dicho el joven. 

Joaquín Torres ofrece a SEMANA su entrevista más sincera

"Mi hermano les tenía tan recortado el grifo que mi madre no podía salir a la calle porque debía dinero en la carnicería, pescadería.. ¿Sabes lo que era para mis padres no tener dinero para pagar la calefacción?", dice el reconocido arquitecto.

Foto: Alberto Bernárdez.

Así se tomó Joaquín Torres la detención de su hijo

Para él, ese momento supuso un momento de inflexión: "Cuando lo hicieron se me cayó el mundo porque eres menor de edad, tienes que llamar a un adulto. Yo llamé a mi madre porque sabía que la bronca de mi padre iba a ser monumental, pero los dos se lo tomaron medianamente bien", ha recordado. Sin embargo, el joven tardó más de una semana en comentarle a su padre lo que había ocurrido: "Quedé para comer con él y no se lo dije hasta el postre. No se lo decía porque me daba mucha vergüenza". 

El hijo del arquitecto de los famosos recuerda cómo se lo tomó Joaquín Torres: "Típico enfado de padre que está preocupado por ti. Me echó la charla y me preguntó que qué hacía con mi vida". Álvaro asegura que "yo tenía una buena situación y malgasté el tiempo fumando y bebiendo. Al final estás haciendo el ridículo. Llega un momento en el que te das cuenta de que no es el camino". 

Sin embargo, este altercado con la policía y esta bajada a los infiernos no hizo otra cosa que unir más a padre e hijo. A pesar de esto, al joven le costó trabajo ganarse su confianza: "Yo creo que esto nos ha juntado más. Le traicioné y tuve que ganarme su confianza durante un par de meses. Todos los privilegios que tenía, que era toda mi vida, me los paralizó. Estaba en casa y estudiando", ha sentenciado en su charla con la presentadora de Antena 3.