Gerard Piqué tenía por tradición disfrutar de unos días en verano junto a sus abuelos en su casa, pero este año no quiere que el revuelo perturbe la tranquilidad de su familia
La ruptura entre Shakira y Gerard Piqué pilló a muchos por sorpresa a principios del pasado mes de junio, pese a que los rumores de crisis y deslealtades entre ellos eran constantes. Pero nos habíamos habituado a convivir con las habladurías que ponían trabas en su felicidad, hasta que finalmente se confirmó mediante un comunicado que el fin de su historia de amor era un hecho. Así daba comienzo la polémica. La controversia ha paralizado la vida de sus protagonistas, que tratan de recomponer los pedazos de su corazón para afrontar su vida en solitario, aunque siempre unidos por el amor que ambos sienten por sus hijos, por los que aún luchan para fijar los términos de su custodia. Un revuelo que ha provocado que el futbolista pierda las ganas de hacer lo que ya se entendía como tradición, lo que demuestra que tampoco él lo está pasando bien, aunque todos se preocupen por los sentimientos de la cantante.
Shakira ha sido vista estas semanas recorriendo mundo acompañada de sus hijos. Se le ha visto disfrutar de las playas de México, surfeando en Cantabria y también pasando por Miami, donde se dice que quiere residir en su nueva vida como soltera. Pero también se ha visto a Gerard Piqué en su día a día y a veces acompañado de una misteriosa joven rubia, lo que ha sido aprovechado para afirmar que estaría de nuevo enamorado. Desde la prensa británica se ha identificado a la muchacha en cuestión. Así lo hace el periodista Simon Boyle, que afirma que "puedo revelar que el futbolista del Barcelona ha estado saliendo en secreto durante los últimos meses con una estudiante que trabaja para él". Tiene 23 años y ya se le ha puesto nombre: Clara Chia Marti.
El revuelo que se ha generado en torno a Gerard Piqué es mayúsculo, motivo por el cual desea refugiarse un poco para no ser objetivo de las cámaras, de las críticas y los rumores. No quiere alimentar la controversia, por lo que ha optado por renunciar a uno de los placeres a los que recurría cada verano. Se trata de su tradicional estancia estival en la casa familiar en Lloret de Mar, donde se reunía con los suyos para disfrutar de unos días de asueto. El principal aliciente para estas vacaciones era compartir tiempo de calidad con sus abuelos, a quienes desea evitar el revuelo a las puertas de su casa y que sean preguntados por su separación de Shakira, algo que les ha dolido mucho, pues le tenían especial cariño.
Este año será la excepción y es que no quiere dar pasos conocidos por la prensa y prefiere improvisar un verano alternativo. No quiere que su familia, que lo está pasando mal por su ruptura, sean objetivo de las preguntas de los reporteros y tengan que enfrentarse a cada rumor que se publica, como el que le adjudica una nueva conquista amorosa. Quien sabe si lo hará solo o si le acompañará su supuesta nueva pareja o incluso también sus hijos, quienes han pasado la primera quincena de agosto recorriendo mundo con su madre y ahora le tocaría el turno al padre.