Fernando Tejero ha encontrado fortuna y éxito a nivel profesional y parece que su faceta más íntima también le sonríe, aunque no se le conoce pareja estable, pero sí muy buenos amigos. Aun así, no todo podría ser perfecto en su vida, dado que hay una cuestión que continúa granjeándole un quebradero de cabeza: la venta de su casa.
No encuentra dueño para su casa de Madrid
El actor se ha visto obligado a bajar el precio de salida de su casa, ubicada en el centro de Madrid, al no encontrar un comprador que se decante a comprarla. La vivienda es espectacular, por lo que la única posibilidad a que no encuentre nuevo dueño debe estar en el precio, pensaría.
Fernando Tejero rebaja el precio 50.000 euros
El actor ha tratado de vender su casa de Madrid, situada en una de las zonas más exclusivas de la capital, concretamente en la zona de Palacio, cercana al Teatro Real y al mismo Palacio Real. Su ubicación es idónea, el enclave es perfecto, pero quizá el precio es lo que falle. Fernando Tejero trataba de venderla por 890.000 euros, pero ha decidido rebajar esta cuantía a 840.000 euros para agilizar su venta, tal y como ha publicado ‘Jaleos’.
Una casa bañada por una luz perfecta
La casa a la que Fernando Tejero ha colgado el cartel de ‘se vende’ cuenta con 184 metros cuadrados. Es muy luminosa, dado que se encuentra en la parte exterior del edificio histórico y cuenta con tres grandes balcones, que llenan de luz y color el interior de la casa.
La cocina es uno de los espacios más luminosos
Fernando Tejero, en busca de tranquilidad
El actor ha decidido vender esta casa céntrica para huir un poco del bullicio de la capital. Está cansado de tanto trajín, el ruido y el gentío de sus calles y ha optado por encontrar un nuevo dueño para su casa y así poder encontrar un nuevo emplazamiento más acorde a sus necesidades.
No vive solo, sino que está muy bien acompañado
Una casa decorada con todo lujo de detalles
Une la modernidad con toques vintage
El actor ha creado distintos espacios gracias a las plantas
Incluso cuenta con un austero gimnasio en su habitación
Un detalle que no pasa desapercibido: un Goya como decoración