La madre de Dani Alves (40 años) no podía reprimir las lágrimas en el primer día del juicio. El futbolista, quien ha reaparecido en la Audiencia Nacional de Barcelona visiblemente más delgado y desmejorado tras un año en prisión, se ha convertido en uno de los protagonistas del día. Al igual que su todavía mujer, Joana Sanz que desaparecía antes de testificar en la vista por presunta agresión sexual. Ahora su familia ha roto su silencio, desvelando cómo le ha visto fuera de prisión.