El 50 cumpleaños de Eugenia Martínez de Irujo parecía inmejorable, una fiesta sorpresa, por todo lo alto, con todos sus amigos y organizada por Narcís Rebollo, el que es su pareja desde principios de 2017. La gran noche dejó el listón muy alto, ¿lo superará en su 51 cumpleaños? Eugenia Martínez de Irujo cumple 51 años convertida en la digna heredera de su madre. Te contamos el por qué.
El mejor momento de su vida
No hay más que ver su sonrisa cuando se le pregunta cómo está. Eugenia Martínez de Irujo está pasando por un momento muy dulce, muy “libre” como ella misma lo define y que está dispuesta a disfrutar hasta el final.
Sus parejas
Tal como hiciera su madre, Eugenia ha cambiado de pareja cuando lo ha creído conveniente, ha dejado relaciones que no funcionaban y no ha dudado en empezar otras. Unas veces más duraderas, como es el caso de Narcís, y otras tan solo amores de verano, como lo fue el actor José Coronado en el verano de 2015.
Estabilidad
Ahora, junto al directo de Universal Music parece que la estabilidad ha llegado a su vida. Ver a los dos juntos es lo más normal del mundo y es que han acoplado sus agendas de manera que muy pocas veces se separan.
Fiel compañero de vida
Ha encontrado en Narcís a su fiel compañero de vida. Su familia ya le conoce y parece que todo ha encajado a la perfección, lo que no siempre fue así con otros hombres con los que ha tenido relaciones. Pero a Eugenia eso tampoco le ha importado nunca demasiado, ella, ha heredado de su madre las ansias por ser feliz, y eso pasa por hacer aquello que cree conveniente en cada momento.
Su estilo
En su estilo también es muy parecido al de doña Cayetana de Alba, salvando las distancias y las modas, que han cambiado mucho, lo cierto es que ambas, aunque sabían arreglarse cuando la ocasión lo merecía, siempre optaron por la comodidad y los looks más informales.
‘Boho chic’
Eugenia se atreve con todo, y a la hora de vestir demuestra una vez más que ella no se deja llevar por nadie. Sus look se han catalogado muchas veces de ‘hippies’ y es que es de las pocas que se atreve con el estilo boho chic para la alfombra roja. Lo hacía de joven y a sus 51 años no ha cambiado.
Su pasión
Su hija es su gran ilusión, las dos están muy unidas, y aunque el año pasado la joven quiso irse a estudiar y vivir a Sevilla con su padre, Francisco Rivera, terminó volviendo a Madrid donde siempre ha residido y donde tiene además de a su madre tiene a la mayor parte de sus amigos. Decisión que a su madre llenó de alegría, aunque también contaba con su apoyo si quería estudiar en Andalucía.
La boda
Eugenia y Narcís se casaron en Las Vegas en diciembre de 2017, menos de un año después de conocerse. Esa boda no tiene legalidad en nuestro país, pero eso a ellos no les importa, y es que la duquesa de Montoro ya ha explicado en más de una ocasión que están felices tal como están y que aquella divertida ceremonia disfrazados de Elvis y Marilyn fue más que suficiente para sellar un amor que ya viene durando casi cuatro años.
Su otro gran amor
A punto de cumplir 51, la única hija de la duquesa de Alba no puede lamentarse de no haber vivido mucho y según su propio criterio. Muy jovencita se casó con el diestro Francisco Rivera, padre de su única hija. En esa ocasión se trató de una boda por todo lo alto que fue incluso retrasmitida por televisión, sin embargo el amor se rompió tres años después.
Momentos difíciles
El matrimonio durante muchos años mantuvo una relación muy cordial e incluso cariñosa, pero problemas con la custodia de la niña hicieron que el buen rollo saltara por los aires, aunque actualmente han vuelto a acercar posturas. La duquesa de Alba tenía un gran cariño a Fran, pero Eugenia en aquella ocasión demostró una vez más ser hija de su madre, y a pesar de todo cortó la relación con el diestro cuando las cosas no fueron como ella creía que debían ir.
Amores clandestinos
Desde Francisco Rivera, hasta Narcís Rebollo tan solo ha tenido una relación que no haya ‘escondido’, y es que se le ha relacionado con diferentes personas a lo largo de estos años, pero ella tan solo ha reconocido su noviazgo con Gonzalo Miró.
Gonzalo Miró
En 2005 conoció a Gonzalo Miró y a pesar de que entre ellos había 13 años de diferencia, se enamoró y comenzaron un idilio que duró cuatro años y en el que poco importó la edad. Quizá esta experiencia hizo que le fuera más fácil entender el momento en que su madre se enamoró de Alfonso Díez, con el que ella ha terminado teniendo una relación muy cercana.
El punto amargo
Pocas veces la vida es perfecta y en el caso de Eugenia no podía ser diferente. Aunque el balance de este 51 cumpleaños es muy positivo lo cierto es que en la actualidad mantiene un enfrentamiento con su hermano Cayetano que seguro le merma un poco el bienestar, y es que a pesar de las diferencias ellos siempre han estado unidos.
Las memorias de Cayetano
‘De Cayetano a Cayetana’ es el libro de memorias que ha escrito el jinete y que no ha gustado nada al resto de la familia. En él cuenta como tras nacer Eugenia, única hija de sus padres, y morir su padre, su infancia se tornó muy dura y tuvo una adolescencia mucho más complicada de lo normal. A ninguno de los hermanos les han gustado estas confesiones y cuando Cayetano estuvo ingresado el pasado mes de septiembre, ni siquiera acudieron a verle al hospital.
Digna heredera de su madre
Estas pinceladas de la biografía de estos 51 años demuestran que Eugenia ha heredado de la duquesa de carácter, su poco convencionalismo y la idea de que debe ser feliz por encima de todo, sin importar lo que piensen los demás, algo que ahora es muy normal, pero que fue una idea muy transgresora en la época de la duquesa de Alba, y más para una mujer cuyos movimientos se analizaban con lupa.
Felicidad
En 2014 doña Cayetana falleció y lo hizo feliz, después de casarse a los 85 años, en 2011, con un hombre mucho más joven, pero al que quiso con locura, y bailar sevillanas descalza en la ceremonia. Eugenia ha optado por la boda en Las Vegas, en la intimidad y sin validez legal, pero que la hizo reír y la unió al hombre al que ahora mismo quiere. Madre e hija tienen cada vez más en común.