Kiko Rivera reconocía recientemente las dificultades económicas que está sufriendo como consecuencia de una pandemia devastadora en el sector del ocio nocturno. El DJ dijo a través de un directo en sus redes que solo estaba ingresando 750 euros al mes que percibe de la ayuda estatal. Sus palabras chocaron a muchos cuando explicó que había rechazado diversos trabajos. ¿En qué situación se encuentra? ¿Es verdad que el matrimonio acusa serias dificultades económicas? Irene Rosales ha aclarado todos los detalles.
La sevillana ha comenzado explicando en 'Viva la vida' que no sabía que su marido había hecho ese directo, pero que cuando comenzó a ver los titulares le reprendió por contar tantas intimidades. "Es verdad que Kiko no está trabajando nada. Se le ofrecieron un par de bolos pero no los quiso coger por miedo: por los niños, por su abuela, por mi padre...". Recordaba que este verano han pasado cierto tiempo en Cantora y quisieron extremar precauciones para evitar posibles contagios a personas de riesgo de su familia.La colaboradora ha aclarado que ella continúa al pie del cañón y atraviesa un excelente momento profesional: "Estoy teniendo bastante trabajo gracias a las redes sociales. No tengo un dinero para tener un colchón, pero sí tengo para un día a día y cubrir nuestros gastos", ha contado. Respecto a aquellos que se han mostrado críticos sobre sus vacaciones de lujo, ha aclarado que todo ha sido por compromisos publicitarios. "No me voy a permitir ir a un sitio de todo lujo. Me parece una tontería cuando ese dinero lo puedo invertir en otras cosas: una casa...", indicaba.
La ayuda de Isabel Pantoja
Ha recordado épocas pasadas en las que sí que sufrieron problemas económicos justo antes de entrar en 'Gran Hermano' porque el hijo de la tonadillera había contraído una importante deuda con Hacienda. Gracias a su paso por la casa de Guadalix se quitaron esa losa, su principal objetivo con su participación en el concurso de Mediaset."Se tienen que seguir pagando cosas, claro, porque ahora hay que pagar Hacienda del año pasado", explicaba sincera Irene. Sin embargo, ha reconocido que ella misma lleva sus redes y rechaza más del 60% de las publicidades, en ocasiones porque considera que pueden ser posibles estafas.
Asimismo ha reiterado que no le gustaron las recientes declaraciones de su marido hablando de su situación económica. "No tenía ni que haberlo dicho". Añadía que en una época pasado, su suegra, Isabel Pantoja, les ayudó durante un momento difícil cuando Kiko estaba superando su problema de adicciones y dejó a un lado el trabajo. "Mi suegra cuando nos ha tenido que ayudar no ha ayudado".