El fin de 'Sálvame' marca un antes y un después para muchos de los miembros de su equipo, entre ellos, María Patiño. Tras años de trabajo, la periodista se ha convertido en uno de los rostros más característicos del programa, que durante 14 años ha sido buque insignia de Telecinco. En esta ocasión entramos en su principal refugio, el ático que comparte con su marido, el actor Ricardo Rodríguez, en Madrid. 

María Patiño
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Hace cuatro años, María Patiño se mudó a esta residencia ubicada en uno de los barrios nobles de la capital: Chamberí. En esta espaciosa casa vive de alquiler y gracias a las redes sociales hemos sido testigos indiscretos de sus distintas estancias. Se trata de una vivienda a la que la presentadora ha querido imprimir su seña de identidad con una decoración de estilo balinés. La joya del ático es la zona exterior, una gran terraza perfecta para reunir amigos y disfrutar de distendidas veladas. Además, también ha instalado un gimnasio donde se ejercita regularmente igual que su marido.

María Patiño, su refugio

Este céntrico ático tiene unas espectaculares vistas a la ciudad de Madrid y desde su terraza se alcanzan a ver algunos de sus edificios más emblemáticos . La cocina es totalmente blanca y en el salón tiene un gran sofá en tono beis sobre el que ha colocado unos cuadros de budas. La terraza es la principal zona de relax donde la gallega se evade de las maratonianas jornadas en televisión, allí tiene colocados unos palets con cómodos cojines y, por supuesto, abundan las plantas.

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Este ático es el refugio de María Patiño cuando se apagan los focos de la televisión. La cancelación de 'Sálvame' no será para ella un parón profesional ya que, por el momento, continúa al frente del programa 'Sociliaté'. Aunque recientemente se pronunciaba con ironía sobre el posible cese de este espacio.

La gallega reside en Chamberí junto al venezolano Ricardo Rodríguez, actor de profesión, quien también regenta un restaurante en Madrid. La pareja lleva 18 años de relación y se dio el "sí, quiero" en 2019. María Patiño aprovechó una fecha significativa para su boda secreta: su 48 cumpleaños. Un enlace celebrado en las paradisíacas playas de Sri Lanka. “Tenía clarísimo que necesitaba el mar a mi lado y que quería hacerlo de esta manera. Surgió, me dejé llevar y todo fluyó", afirmó poco después de casarse.