Entramos en casa de Paloma López y descubrimos cómo ha cambiado su vida tras su paso por 'La ruleta de la suerte'

La conocimos hace ya doce años y sigue siendo un rostro más que conocido tanto en televisión como en redes sociales. Paloma López comenzó su etapa televisiva en ‘La ruleta de la suerte’ en el año 2013, donde trabajó como azafata durante nueve años, hasta su salida en 2022, cuando Laura Moure le cogió el relevo. Ahora, Paloma es mucho más que aquella azafata a la que vimos disfrutar junto a Jorge Fernández. Su vida ha dado un giro radical en los últimos años, consolidándose como actriz, interiorista, esposa y ‘madre’ de familia (de un bebé perruno). Además, hemos entrado en su casa, un reflejo de su personalidad y de la evolución que ha vivido desde que dejó el programa de Antena 3.

De la televisión a la interpretación y el diseño de interiores

Paloma López fue una de las caras más queridas de ‘La ruleta de la suerte’. Se convirtió en una pieza clave del programa. Sin embargo, tras nueve años en cadena, decidió ampliar sus horizontes y salió de televisión para dedicarse al mundo de la interpretación, sumando proyectos en cortometrajes y otros formatos audiovisuales. Se ha subido al escenario con diferentes espectáculos teatrales como ‘La casa de Bernarda Alba’, ‘Dos mujeres’, ‘Stop Madrid’, ‘La ópera de los 3 centavos’ y ‘Dependientes’, y ha pasado también por series como ‘El Chiringuito de Pepe’.

Uno de sus logros más recientes ha sido el premio del público en el festival Claqueta Emérita por su participación en el cortometraje ‘La Cremallera’. Un reconocimiento que la llena de orgullo, especialmente porque Mérida, donde se celebró el festival, es la tierra de sus abuelos. "Seguimos sumando", escribió emocionada en sus redes sociales al recibir el galardón.

Pero su creatividad no se limita a la actuación. Paloma también se ha abierto camino como interiorista, reflejando su gusto por los espacios armoniosos y llenos de personalidad. Y su casa en Madrid es el mejor ejemplo de ello.

Un hogar que refleja su esencia

Su casa en Madrid es un refugio de calma y estilo. La vivienda es un pequeño y coqueto pisito del que Paloma no duda en presumir en sus redes sociales. En las imágenes que nos ha compartido, se puede apreciar una combinación de colores cálidos en los elementos decorativos, y elementos naturales que crean un ambiente acogedor. Destacan los detalles en madera, las lámparas colgantes de fibras naturales y los cuadros con diseños abstractos que aportan un toque moderno.

El salón es una de las estancias más personales de la actriz. Se encuentra en un espacio completamente diáfano junto a la cocina y es una de las zonas de su casa donde pasa más tiempo. Un sofá amplio en tonos neutros y cojines de diferentes texturas reinan el espacio, que es minimalista pero con toques bohemos.

La cocina, abierta al salón, cuenta con mobiliario en tonos oscuros y una pequeña barra, perfecta para desayunar y hasta para convertir en escritorio, y es que la propia Paloma ha dejado ver que no duda en pasar horas con su ordenador en la estancia.

El dormitorio sigue la misma línea de tranquilidad y sofisticación. Una pared verde oscuro le da profundidad al espacio, mientras que los espejos y cuadros decorativos aportan un toque artístico.

La iluminación natural es clave en su hogar, con grandes ventanales que permiten que la luz fluya y resalte cada detalle de la decoración. Además, puede presumir de tener una pequeña terracita de lo más coqueta, perfecta para los días de verano.

Un cambio de imagen y una boda de ensueño

En los últimos meses, Paloma también ha apostado por un cambio de imagen, sumándose al método ‘curly’, un movimiento que busca potenciar la belleza natural del cabello ondulado y rizado.

 

 

 

 

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Pero si hay un evento que ha marcado su vida recientemente, ha sido su boda. Y no una, sino dos. La primera, en Maldivas, en una ceremonia íntima y mágica. “Nos casamos solos, en una isla desierta, lejos del mundo y del ruido, descalzos, brindando con cocos entre palmeras y descojonándonos frente al mar”, contaba emocionado Enrique del Río, el galerista de arte que la ha conquistado. “Te pedí si te querías reír toda la vida conmigo y eso es lo que vamos a hacer”, añadía su ya marido, que por cierto, es rubio y aries, una combinación con la que siempre bromea Paloma: “Siguen sin gustarme los rubios y los aries, pero… entendedme, hay que hacer excepciones alguna vez”. Una declaración de amor sincera y divertida, muy en su estilo. Días después, formalizaron su unión en el juzgado de Madrid.