Tras casi diez años de su boda por lo civil, Lourdes Montes y Francisco Rivera se han convertido en uno de los matrimonios más estables del panorama social. La pareja reside en su querida Sevilla junto a los dos hijos que tienen en común, Carmen y Curro. Cuentan con una preciosa casa con un estilo propio que la hace inconfundible. La diseñadora ha querido imprimir en las estancias su seña de identidad mezclando estilos. Toques clásicos con detalles más modernos, tapizados potentes, papel pintado, una cocina de capricho y un acogedor salón. ¡Pasen y vean!
El blanco es el color que impera en todo su hogar, pero lejos de resultar aburrida, tiene un toque personal que nos encanta. El matrimonio no se ha guiado por las tendencias deco y huye del estilo nórdico tan recurrente. Una de las estancias que posee ese carácter propio es su gran salón que cuenta una amplia cristalera y acceso directo a una zona ajardinada. Se encuentra dividido entre comedor y sala de estar y los dos sofás enfrentados son protagonistas absolutos. Tienen tejidos totalmente opuestos, pero que juntos casan perfectos.
Las flores dan esa calidez necesaria en cualquier hogar y en este abundan los detalles. Entre ellos, artículos taurinos como una chaquetilla que cuelga en una de las paredes del salón. Bajo esta prenda se encuentran distintos cuadros, láminas y fotos, muchas fotos. La casa está llena de imágenes en las que queda retratada la preciosa familia que han formado juntos.
Una cocina muy moderna
La cocina sigue unas líneas rectas muy actuales. Dispone de una espaciosa isla con taburetes perfecta para la hora del desayuno. Tiene unas enormes puertas acristaladas que le dan un carácter propio y los electrodomésticos son de acero inoxidable. Aunque una de las cosas que más llama la atención es su suelo. Dispone de unas baldosas hidráulicas estilo vintage en color gris que lo hacen inconfundible.
Si nos tuviéramos que quedar con una de las habitaciones esa sería, sin duda, la de la reina de la casa. La habitación de Carmen mezcla los tonos pastel con un verde menta que cautiva y le sienta fenomenal. Este color es el que llevan los cabeceros de las dos camitas iguales con estructura de hierro forjado también con un toque retro. El papel pintado que descansa sobre los cabeceros da calidez a este cuarto con hojas, ramas y pajaritos.
Uno de los baños de la casa también está decorado en color blanco con la encimera de madera a tono con el suelo. Los dos lavabos son de piedra natural. Mientras que la habitación de Lourdes Montes y Francisco Rivera cuenta con ese sello tan personal de la empresaria. En ella ha colocado una enorme fotografía en blanco y negro sobre una cómoda blanca repleta de libros y de algún que otro recuerdo de sus viajes, entre ellos, una calavera mexicana.