Enrique Ponce y Ana Soria siguen felices. De hecho, hace tan solo unas semanas se conoció el paso al frente que habían dado: crear una sociedad en común y comprar un terreno para construir. Esta fue su primera inversión inmobiliaria, toda una declaración de intenciones con la que dejan claro que confían plenamente en su futuro sentimental. Una pareja sobre la que siempre planea los rumores de crisis, en especial, desde que abandonaran las redes sociales. Ajenos a todo lo que les rodea, ambos están centrados en la vida que tienen en Almería, la cual parece marchar viento en popa y, prueba de ello, las últimas declaraciones del torero. "Estoy muy enamorado de Ana y es la mujer con la que quiero estar. No van a poder con nosotros", dice el diestro.

Enrique Ponce Ana Soria
Gtres

El empresario sigue luchando contra viento en marea y, hasta el día de hoy, ha conseguido sortear cada escollo que se ha encontrado en su camino. Ya está divorciado de Paloma Cuevas y, aunque los últimos meses no han sido fáciles a nivel laboral, lo cierto es que su vida con Ana le sirve para ser positivo, a pesar de todo. De vez en cuando salen al paso para desmentir algún bache como pareja para después volver a su rutina, tal y como acaba de suceder con estas declaraciones a ABC. No se arrepiente de su punto y final con la madre de sus hijas y ni antes ni ahora ha sido para ellos un problema la diferencia de edad que existe. Si bien era antes el universo 2.0 donde solían gritarse el amor que sienten por el otro, desde que abandonaran sus respectivas cuentas de Instagram sus declaraciones públicas se han reducido a la más mínima expresión.Pero ¿cuándo comenzarán a vivir en la parcela edificable que acaban de adquirir? Ana Soria y Ponce compraron este terreno en la urbanización del Toyo, ubicada en el límite del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y cuya construcción está fechada en el año 2005. Allí tienen zonas verdes, terrazas y están rodeados de bonitos paisajes, todo un lujo que les ha hecho decantarse por este lugar. SEMANA publicó que Ponce empieza a tener dinero líquido y es que ha vendido parte de La Cetrina, la finca que tan encandilado ha tenido al exmarido de Paloma Cuevas. Fue allí donde pasó el confinamiento y donde, además, celebró la Primera Comunión de una de sus hijas el pasado mes de septiembre, pero con tantos gastos no es fácil conseguir tener una economía saneada.

Enrique-Ponce-y-Ana-Soria-revista-SEMANA-3

Paloma, por su parte, está centrada en su nueva profesión, la de diseñadora junto a Rosa Clará, y en sus padres, a los cuales adora profundamente. La salud de su padre, Victoriano Cuevas, se había visto resentida en los últimos días, siendo este precisamente el motivo por el que no pudo acudir a un desfile que tenía agendado en Barcelona con su nueva jefa.