Mila Ximénez ha recibido el mejor regalo. La colaboradora de 'Sálvame', que hace ya unas semanas que se incorporó al plató para trabajar, acaba de recibir la visita de su hija, Alba Santana, en Madrid. Hay que recordar que esta vive en Ámsterdam, Holanda, junto a su marido y sus hijos. Las restricciones por el Covid-19 no le permiten viajar a nuestro país con la frecuencia que quisiera, pero cuando puede, hace las maletas y va a visitar a su madre.
Eso es lo que ha hecho ahora, justo cuando su madre está a la espera de conocer unos resultados importantes. Según lo que le digan los médicos, Mila Ximénez decidirá si continuar con el tratamiento o dejarlo. En la visita al médico que determinará su decisión estará junto a ella su hija. Con ella se ha dejado ver en los últimos días por las calles de MadridEn el nuevo número de SEMANA podrás ver todas las imágenes del paseo que dieron madre e hija por las calles de Madrid en EXCLUSIVA. La colaboradora de televisión no puede estar más feliz con tener a su hija en casa. Alba se muestra muy pendiente de ella en todo momento. Paseando por las calles de la capital no deja de darle la mano y carga con las bolsas después de haber hecho algunas compras.
Mila Ximénez ha recibido la visita de su hija Alba en Madrid
Después del paseo, madre e hija acudieron a un restaurante para disfrutar de una comida. Pudieron ponerse al día de todos los frentes que tienen abiertos. Aunque prefirieron comer en el interior del local, los ventanales del restaurante les permitió disfrutar del sol que entraba a esa hora del día.La visita de su hija a Madrid ha hecho que Mila haya tomado la decisión de ausentarse de nuevo de 'Sálvame'. El hecho de que Alba no pueda venir siempre que quiera a reunirse con su madre y de que haya encontrado ahora el momento perfecto para viajar hasta España ha hecho que Mila se haya tomado unos días para estar con ella. Coincide su visita con la entrega de unos resultados que pueden cambiar el futuro de la colaboradora de televisión.La colaboradora de ‘Sálvame’ volvió a ocupar su silla en el programa con preocupantes noticias y es que no lo ha pasado bien y su estado de salud no es del todo esperanzador: “He pasado un mes horrible, que no se lo deseo a nadie. Esto no es vida. Yo tengo fuerzas, pero ahora no puedo”. Aun así, la periodista anunciaba que en dos semanas llegarían unos resultados decisivos en su batalla contra la enfermedad y es que esos resultados le ayudarían a tomar la difícil decisión sobre si seguir luchando para curarse o, por el contrario, dejar de someterse a más tratamientos y esperar a que lo inevitable suceda.