Elena Tablada se ha convertido en protagonista este miércoles después de que en la noche del martes saliera a cenar con Raquel Perera y Makoke por el centro de la capital. Hasta aquí todo normal. El problema viene cuando conocemos que la diseñadora tiene su residencia en La Moraleja, una zona que está confinada desde el pasado lunes y por la que no se puede entrar o salir de la misma sin una causa justificada y un salvoconducto que así lo avale. La prensa que se encontraba en las inmediaciones quiso preguntarle a Elena, que está viviendo su peor momento después de su abuela Elena Moura.
Elena Tablada no quiere hablar sobre el posible salto de confinamiento
Como era de esperar, Tablada no quiso responder a las preguntas de Europa Press, donde aseguraban que se podía haber saltado el confinamiento perimetral moviéndose de la zona de La Moraleja hasta el centro de Madrid sin causa justificada. Puedes ver la reacción de Elena Tablada a las preguntas del citado medio, a continuación en el siguiente vídeo.
Vídeo de Europa Press
Vídeo de Europa PressLo cierto es que la diseñadora podría tener un salvoconducto. Hay que tener en cuenta que su marido, Javier Ungría, es propietario del restaurante Haches, en el barrio de Salamanca. Este le podría haber hecho un justificante a la diseñadora para poder moverse libremente por la capital y acudir a este restaurante. Aún así, esto no tiene validez para irse a disfrutar de la noche con las amigas.La Moraleja se convirtió el pasado lunes en una de las nuevas seis zonas básicas de salud confinadas en la Comunidad de Madrid, donde hay un total de 30 áreas en las que no es posible entrar ni salir salvo por motivos justificados, como ir a trabajar. Esta zona cuenta con una tasa de incidencia de 403 por cada 100.000, y pertenece al municipio de Alcobendas, en el norte de la Comunidad de Madrid. A pesar de esto, está ubicada a varios kilómetros de distancia del resto de barrios de la localidad. De momento, y hasta la próxima semana, deberían de salir para lo justo e imprescindible.Tal y como hemos dicho anteriormente, Elena Tablada disfrutó de una agradable velada con sus amigas VIPS: Raquel Perera y Makoke. No es la primera vez que vemos a las tres disfrutar de planes juntos por la capital. Sobre todo ahora que la ex de Alejandro Sanz se ha mudado hasta Madrid tras un acuerdo millonario con el artista. Makoke y Raquel Perera son íntimas amigas y se ha convertido en un gran apoyo para ella tras su ruptura con Alejandro Sanz. Así que no hay nada como disfrutar de una agradable velada para olvidar las penas. Así lo da a entender la colaboradora de televisión en el siguiente vídeo donde revela cómo ve a Raquel Perera tras la ruptura.
Vídeo de Europa Press
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Tablada no es la única que se ha saltado el confinamiento
Parece ser que La Moraleja se ha convertido en el epicentro de aquellas personas VIPS que se saltan el confinamiento a la torera. Prueba de ello es también Tamara Falcó y su novio, Iñigo Onieva, a quienes hemos visto saltarse el confinamiento hasta en cinco ocasiones (que sepamos). La pareja, que ha comenzado su romance hace poco tiempo, está viviendo la etapa más dulce del noviazgo y se han convertido en inseparables. Prueba de ello son los constantes planes que hacen por la capital. Eso sí, saltándose también el confinamiento.
Hay que recordar que el diseñador de coches vive también en La Moraleja, mientras que Tamara vive en Puerta de Hierro con su madre, Isabel Preysler. Durante estos últimos días hemos visto a la colaboradora de televisión entrando a la zona de La Moraleja para acudir a cenar a exclusivos restaurantes con su novio; mientras que también hemos visto a Iñigo desplazándose al centro de la capital para quedar con Tamara.
Y es que la hija de Isabel Preysler no podría haber accedido ya que no tendría ningún justificante que le permitiera entrar en La Moraleja. Algo parecido a lo que ocurre por la parte contrario, por Iñigo. De hecho, este fin de semana volvimos a ver la pareja saltándose el confinamiento. Al saltarse las restricciones de movilidad, ambos se estarían arriesgado a que las autoridades le interpusieran una multa que va desde los 600 hasta los 600.000 euros, dependiendo de la gravedad y reiteración del inclumplimiento.