Elena Tablada ha acaparado buena parte de las miradas esta mañana en la Premier de 'Wish: El Poder De Los Deseos', evento al que asistió acompañada de su hija Camila. A pesar de que al principio no tenía muy claro cómo se comportaría la pequeña en la sala de cine, la diseñadora se quedó muy satisfecha de la experiencia. Estaba feliz de poder compartir esta clase de momentos con su hija para divertirse juntas. Sin embargo, detrás de esta faceta pública como madre, se enfrenta a una lucha personal de final incierto: tiene pendiente un juicio con su ex pareja, Javier Ungría, para dilucidar quién se queda con la custodia de la niña.

Elena Tablada quiere pasar página cuanto antes

Video de Europa Press

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La empresaria se muestra dispuesta a mantener una buena relación con Ungría por el bien de su hija, dejando claro que ella nunca ha sido rencorosa con él: "Nunca lo he sido, a la vista está con el padre de mi primera hija, David Bisbal. Lo primordial para mí son mis niñas", afirmó Tablada. Elena ha aprovechado la ocasión para dejar claro que, a pesar de las diferencias pasadas con el cantante, siempre ha buscado un entendimiento cordial para que eso revierta en el bienestar emocional de Ella.

Sobre el proceso judicial abierto con Javier Ungría, Tablada confiesa que ha llegado al límite. Está mentalmente agotada y tiene muchas ganas de que la disputa legal acabe. Será a partir de ese momento cuando pueda empezar un nuevo capítulo en su vida. "Siempre hay tres versiones: la de uno, la del otro y la verdad. Estoy deseando que esto acabe. Quiero pasar página, cerrar este capítulo y recuperar la ilusión", expresó la empresaria.

Aboga por la fe y la terapia para seguir adelante

Elena Tablada y Javier Ungria
Elena Tablada y Javier Ungria a su llegada al juicio de medidas de protección en los medios para su hija en Alcobendas. (Gtres)

Por otra parte, la diseñadora ha aprovechado los micros de Europa Press para lanzar un mensaje a aquellos que tanto la critican por el estilo de vida que lleva tan llena de lujos. Lleva trabajando desde que tenía 18 años y, ahora mismo, el oficio de madre es el que más disfruta con diferencia. Piensa que es una labor que "no se paga con dinero y sí con muchas satisfacciones". Dicho esto, no piensa dar más explicaciones sobre lo que hace o deja de hacer en su vida privada. A nadie le incumbe.

Elena Tablada también ha revelado que durante esta etapa complicada de su vida ha recurrido tanto a la fe como a la terapia. Aboga por la importancia de hacer terapia en la vida, sugiriendo que debería enseñarse en las escuelas desde edades tempranas porque es una herramienta muy válida para alcanzar la plenitud y felicidad.