Elena Tablada y su marido, Javier Ungría, han viajado a Ibiza para disfrutar de unas vacaciones de verano. No lo han hecho solos. En sus días de descanso en la isla pitiusa los han acompañado un grupo de amigos. Y también familiares, entre los que se encontraba Naelé Tablada, hermana de la diseñadora, y el marido de esta, Adrián Chamorro.En la isla han podido hacer turismo, dar paseos en barco por las costas del Mediterráneo y salir a cenar por los lugares más 'in' de la isla. También han podido celebrar lo bien que va su matrimonio. Dentro de pocos meses, en diciembre, cumplirán su tercer aniversario de boda. Un enlace que celebraron en La Habana, Cuba, tierra de su familia.Desde que se dieron el 'sí quiero' han logrado aumentar la familia. Y es que en abril de 2020 llegó al mundo su hija Camila, que ha colmado de felicidad a la pareja. La pequeña es la primera hija en común para ambos. La hispanocubana es madre de otra niña, Ella, de 11 años, nacida de su relación con David Bisbal.

Elena Tablada y Javier Ungría, de vacaciones en Ibiza
GTRES

De su estancia en Ibiza, Javier Ungría ha compartido varias instantáneas en su perfil de Instagram. En ellos se puede ver a la pareja surcando las costas ibicencas en yate o compartiendo veladas al aire libre junto a Naelé y su marido. Momentos de 'relax' y de desconexión en los que ambos se han mostrado relajados y sonrientes.

Elena Tablada y Javier Ungría, de vacaciones en Ibiza
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Atrás han quedado los días de mayor dolor para Elena Tablada, quien afrontaba la muerte de su abuela, Elena Moura, fallecida a los 92 años de edad por coronavirus. Fue en noviembre de 2020 cuando perdió a la mujer que consideraba una segunda madre. Y le ha costado mucho superar su pérdida. No en vano, han sido muchas las ocasiones en las que la ha recordado a través de las redes sociales.«Ver a mi abuela fallecida en su cama, sin una vía, sin suero… y descubrir en el informe médico que murió por falta de oxígeno en la sangre y no por otra cosa, nunca me lo voy a perdonar. Nadie fue a verla en toda la noche, porque para que una persona se muera por falta de oxígeno en sangre, tiene que estar cuatro horas sin atención», revelaba hace unos meses.Ella misma tendría que afrontar esta enfermedad meses después. Y el virus le dejaba importantes secuelas. "Hoy he tenido una resonancia magnética craneal porque el Covid me dejó secuelas de que pierdo bastante la memoria y padezco una claustrofobia horrorosa. Sobre todo la desarrollé cuando nació mi hila Ella", ha confesado en su cuenta de Instagram.