Sotogrande es, sin duda, uno de los destinos elegidos de cada vez más rostros conocidos. Cayetano Martínez de Irujo, Ana Rosa Quintana o Jaime de Marichalar han sido vistos en esta urbanización perteneciente al municipio español de San Roque en Cádiz. No obstante, no son los únicos famosos que han decidido veranear allí en más de una ocasión. Quien también ha querido disfrutar de esta tierra e incluso lo ha llegado a declarar como su refugio ha sido Luis Alfonso de Borbón, su esposa, Margarita Vargas así como sus cuatro hijos. Hasta allí se desplazaron a principios de agosto, tiempo en el que han podido deiletarse con una de las grandes pasiones de la familia, la hípica. Sin embargo, no ha sido todo lo idílico que esperaban, pues según se puede ver en sus últimas fotografías Margarita luce un cabestrillo en uno de sus brazos, lo que evidencia que ha sido algo accidentado.
Al parecer Margarita se recupera de una operación de hombro después de que este se le saliera y, por el momento, está centrada en su evolución. Por este motivo, la esposa de Luis Alfonso de Borbón no puede realizar ningún deporte que conlleve algún riesgo que pudiera afectar en algún caso a la intervención que se realizó. Eso sí, lo que no le impide es jugar con sus pequeños, aunque sea con ciertas limitaciones. Tanto es así que en las imágenes que a continuación te mostramos se puede ver a la pareja junto a sus hijos, mientras disfrutaban de un día junto a varios caballos en el que no dejaron de reír y jugar.Todo apunta a que será en algunas semanas cuando tengan que volver al colegio, sin embargo, la segunda ola de coronavirus podría truncar estos planes. Mientras que se decide qué sucederá los próximos meses, Luis Alfonso y su mujer tratan de apurar el que, a buen seguro, será su verano más atípico. Tras varios meses confinados como el resto de españoles, el hijo de Carmen Martínez Bordiú intentan volver a la normalidad.
A los que sí se ha visto montar ha sido a alguno de sus hijos, pasión que han heredado de sus progenitores y sobre la que les aconsejan con el fin de que destaquen en este ámbito. Un reto que, por cierto, han conseguido. Margarita y Luis Alfonso están orgullosos de ello y en más de una ocasión han dado declaraciones sobre los puestos o premios que han logrado sus pequeños en sus categorías, lo que refleja que, además de su distracción, podría ser la profesión futura de ellos. Aunque es pronto para saber si este deseo podría hacerse realidad, lo cierto es que, por el momento, este deporte les hace profundamente felices y, además, les ayuda a desconectar en unos tiempos tan convulsos como son los actuales.