La piel de Kiko Rivera lleva dibujada su mapa vital. Repleta de tatuajes dedicados a su familia, el DJ ha ido mostrando públicamente uno a uno qué significado tienen para él, siendo varios los que están dirigidos a sus tres hijos, a su trabajo o sus padres. Sin embargo, lo que jamás hubiera imaginado es que el dedicado a su madre, Isabel Pantoja, dejaría de tener sentido. "Mamá, te quiero", dice uno de ellos. Está ubicado en su brazo, a ojos de todos y con un tamaño tan considerable como para llamar la atención, pero todavía no se ha decidido a borrarlo. A pesar de que la relación con su madre es inexistente y no tiene ningún viso de arreglarse, Kiko Rivera a día de hoy luce un tatuaje que le quema en la piel.
En plena polémica con su hermana, Isa Pantoja, Kiko Rivera marcó su piel en el año 2018 unas palabras dirigidas a la cantante que a ella la emocionaron mucho. Nada hacía presagiar que solo tres años después madre e hijo no tendrían ningún contacto y mucho menos que acabarían en los juzgados. Si bien en el pasado su relación con la artista era envidiable y estaba basada en la profunda admiración, en la actualidad están enfrentados tanto dentro como fuera de los tribunales. Isabel Pantoja se confesó con SEMANA en exclusiva y reveló que creía que su hijo había iniciado esta guerra "por dinero", unas palabras que indignaron al músico. Aunque su ruptura comenzó en octubre del pasado año, fue un mes después cuando Kiko Rivera desveló el motivo por el que se había dejado de hablar con su madre. "Yo no soy el malo de esta película, lamentablemente. Solo soy alguien a quien la persona que más idolatraba le ha fallado de una manera irreparable, engañándole toda la vida", dijo. Desde entonces, su encarnizada no ha dejado de sucederse hasta tal punto que hay quien considera que es irrecuperable.
No es el único tatuaje que se hizo en honor a ella, aunque ese no corrió la misma suerte que el que te hemos mencionado anteriormente. En una visita a 'El Hormiguero' Kiko Rivera explicó que había tapado el nombre de su madre en su brazo, ya que las letras japonesas no se traducían como "Isabel", sino como algo negativo, lo que le llevó a cubrirse el texto con una cruz. Ahora quién sabe si optará por la misma estrategia y una vez más no dejará ni rastro de lo que le ha unido a su madre, al menos en su piel. Destrozado con todo lo sucedido con ella, el hijo de Isabel Pantoja mira hacia un futuro en el que la tonadillera no tiene cabida alguna. Está deseando olvidar los problemas que tiene con ella y zanjar muy pronto la venta de Cantora, una transacción que se está retrasando más de lo que él querría.
A estos tatuajes se suman otros como el que emula una fotografía de él y su padre cuando Kiko era un bebé bajo el texto "Tu alma vive en mí", otro de un abrazo a su hijo, la fecha de nacimiento de sus pequeños o las iniciales de sus hijas. Estos detalles demuestran que es alguien muy familiar, tal y como puedes descubrir en la galería que te ofrecemos a continuación.