El problema latente que amenaza la felicidad entre Mar Flores y Elías Sacal

Mar Flores y Elías Sacal han decidido acercar posiciones de nuevo, dando una nueva oportunidad -y ya van tres- al amor que les unía. Esta reconciliación se produce cinco meses después de que separaran sus caminos por segunda vez por diferencias irreconciliables, eufemismo que suele utilizarse cuando una pareja no ha logrado superar sus problemas. Sin embargo, la exmodelo ya ofreció en su día el motivo por el cual su relación con el empresario mexicano no había cuajado y es también el mayor peligro en su reconciliación, dado que lo que les separó continúa pesando entre ellos también a día de hoy.

Mar Flores y Elías Sacal han acercado posiciones de nuevo

Su romance comenzó en septiembre de 2016 y desde entonces han tenido ya dos separaciones. En un primer momento, lo que más desgaste ha causado entre ellos ha sido el hecho de que Mar Flores vive en España junto a sus hijos, mientras que Elías Sacal vive a caballo entre Ciudad de México y Nueva York. Sus citas eran esporádicas y de vez en cuando se dejaban ver compartiendo románticas cenas o lujosos paseos en yate por Saint Tropez. Poco a poco se les fue viendo cada vez menos, hasta que finalmente confirmaron que habían decidido emprender caminos por separado. Hasta ahora, que han querido probar de nuevo suerte.Sin embargo, Mar Flores estaba cansada de tanta habladuría y quiso dar finalmente su versión sobre el motivo real por el que había roto su relación con Elías Sacal: “Hace ya tiempo que decidí no hacer declaraciones sobre mi vida privada. Solo quiero aclarar que estrechar lazos con alguien que vive a miles de kilómetros es algo complicado, sobre todo cuando mis prioridades son estar con mis hijos y atender a mi familia”, sentenciaba la exmodelo.

Sus hijos son su prioridad

Con ello, Mar Flores y Elías Sacal siguen teniendo el mismo problema en sus vidas que les separó ya hasta en dos ocasiones: la distancia y sus hijos. Seguramente hayan encontrado una fórmula de éxito para conseguir compartir románticos momentos y ser felices, a pesar de las dificultades que encuentran por el camino.