El otro refugio de Tamara Falcó tras su ruptura con Iñigo Onieva

Tamara Falcó intenta poco a poco superar su ruptura con Íñigo Onieva. Tras poner punto y final a su compromiso con su novio, la hija de Isabel Preysler ha encontrado diferentes formas de refugiarse en estos tiempos de importantes cambios. Uno de ellos es la familia, que no se ha separado de ella tras destaparse las infidelidades de su expareja. Otra ha sido la fe. El pasado fin de semana viajó a Lourdes para hacer labores como voluntaria junto a la tía de su exprometido, Natalia Onieva. Además de sus seres queridos y de la religión ha hallado otra importante vía de escape en su gran pasión: la cocina. Así, este martes se ha dejado ver en un encuentro culinario con un grupo de amigas. Y se lo ha pasado de lo lindo.

"Qué bien lo hemos pasado hoy cocinando, chicas. siempre está bien un rato de risas en torno a la cocina", dice una de las participantes de la jornada en la que ha estado la socialité. El encuentro gastronómico ha tenido lugar en Casa Taberna, el negocio de Samantha Vallejo Nájera, una de las jueces de 'MasterChef', tiene en la localidad segoviana de Pedraza. Lo cierto es que la cocinera se ha convertido en amiga de Tamara Falcó. Ambas coincidieron en la edición 'celebrity' del talent culinario de Televisión Española en el año 2019, donde la hija del desaparecido marqués de Griñón se alzó como ganadora.La cocina y la gastronomía, aficiones que también la unían a Iñigo Onieva, son ahora la válvula en la que Tamara Falcó encuentra un poco de aire fresco tras hacer frente a sus semanas más convulsas. En su reciente viaje a México aseguró que sus valores religiosos habían sido clave para hacer frente a la complicada situación que ha tenido que encarar tras romper con el que creía era el amor de su vida. «Rogué muy fuerte que si mi novio de aquel entonces era para mí, que se realizara, que llegáramos al matrimonio y que, si no, que por favor lo apartara», dijo durante el Congreso Mundial de las Familias celebrado en Ciudad de México.

Ahora, Tamara vuelve a sonreír gracias al apoyo de su gente y de quienes, como ella, comparten su amor por la cocina. Entre fogones se siente cómoda y tras su éxito en 'MasterChef Celebrity' participa en numerosos proyectos empresariales que tienen que ver con este mundo. Mientras Tamara se entretuvo en el Santuario de Lourdes, Iñigo Onieva disfrutaba durante unos días de un viaje en Turquía. Hasta la ciudad de Estambul se trasladó en compañía de su madre, Carolina Molas, que ha sido su mayor apoyo desde que se destaparon las imágenes con otras mujeres que provocaron el final de su historia de amor con Tamara. El diseñador de coches y su progenitora regresaron a Madrid este lunes después de unos días de escapada a orillas del Bósforo.