El mensaje de Irene Rosales a su madre fallecida: "Duele el alma"

El 6 de febrero de 2020 Irene Rosales dijo adiós a un pilar en su vida: su madre, Teresa Vázquez. La mujer de Kiko Rivera la ha recordado en una fecha significativa: el día de su cumpleaños. La sevillana ha hecho partícipes a sus seguidores en redes de una emotivo mensaje.

"Felicidades al cielo, hoy cumplirías años mami y daría la vida por abrazarte, pero me conformo con sentirte. Gracias por ser la mejor madre. Te amo con locura. Te echo tanto de menos que duele en el alma". Irene Rosales acompañaba estas palabras de una bonita foto de su infancia en la que se observa a su progenitora sujetándola cuando era un bebé. El 2020 fue un año muy duro en la vida de la 'influencer', en tan solo nueve meses despidió a sus padres. Su progenitor, que llevaba tiempo delicado de salud, falleció en el mes de noviembre.

Irene Rosales, muy unida a su familia

La mujer de Kiko Rivera siempre ha destacado por ser una persona muy familiar algo que le inculcaron sus padres. Forma una auténtica piña con sus hermanos, Mari Tere, Manuel, Carlos y Vanesa, por quienes siente auténtica adoración. La ausencia de sus padres marcó un antes y un después en su vida y poco después se apartó de la televisión -colaboraba con el programa 'Viva la vida'-. Kiko Rivera fue uno de sus grandes apoyos en aquel momento. 

Al igual que ella siempre ha estado al lado de su marido cuando este lo ha necesitado. El matrimonio se casó el 7 de octubre de 2016 y desde entonces han tenido que superar muchos obstáculos. Han formado una gran familia y son padres de dos niñas en común, Ana y Carlota. Cabe recordar que el DJ tiene un hijo mayor, Fran, fruto de una relación anterior con Jessica Bueno. Durante la última etapa, Kiko Rivera ha mantenido un sinfín de desavenencias familiares. Continúa distanciado de su madre, Isabel Pantoja, y tampoco tiene relación con su hermana, Isa. En octubre del año pasado vivió un gran susto tras sufrir un ictus. Un punto de inflexión tras el cual dio un giro de 180 grados a su vida. "He vuelto a nacer", reconoció entonces.