Esta semana conocíamos la noticia de que Alejandro Sanz y Raquel Perera habían llegado a un acuerdo favorable para ambas partes, evitando así un juicio que podría haberse extendido en el tiempo. Meses atrás la madre de los dos hijos menores del cantante presentaba una larga lista de exigencias en un juzgado de Miami, y todo parecía indicar que su proceso de divorcio iba a convertirse en un 'via crucis'.
La relación de la pareja hizo aguas en 2019. En julio del pasado año anunciaban su separación de manera amistosa. "Somos una familia y siempre lo seremos. Decidimos amarnos para siempre y así será. Lo eterno tiene la complejidad y la ventaja de transformar las maneras de amarse en otras direcciones, sin destruir el cariño, la lealtad y la responsabilidad conjunta sobre nuestros hijos», decían en un comunicado conjunto. Pero a medida que pasaban los meses surgían las diferencias entre ellos. Especialmente en materia económica. Raquel solicitó en un tribunal de Miami que congelase las cuentas de Alejandro por temor a que dilapidase su fortuna. También pedía 40.000 euros mensuales para la manutención de sus hijos. El buen rollo inicial parecía haberse disipado del todo. Y la cosa parecía que se iba a poner muy fea...
Afortunadamente ambos han decidido dejar atrás sus diferencias y han logrado llegar a un punto en común por el bien de sus pequeños. Así lo anunciaba esta semana la propia Raquel en un comunicado hecho público a través de su cuenta de Instagram. "Doña Mercedes Hernandez Claverie (abogada de Don Alejandro Sanchez Pizarro, conocido artísticamente como “Alejandro Sanz” ) y Don Alfredo Gomez Mendizabal (Abogado de Doña Raquel Perera Navalon) en representación de sus respectivos clientes manifiestan que han alcanzado un acuerdo de divorcio totalmente satisfactorio para las partes y solicitan respeto para su intimidad", rezaba su anuncio.
"Qué bonito es enamorarse de un corazón honesto"
Dos días después de conocerse que el cantante y su ex han puesto punto final -de manera legal- a su matrimonio, Rachel Valdés se ha pronunciado y ha enviado un emotivo mensaje al artista. "Qué bonito es enamorarse de un corazón honesto. De un amor que no tiene ganas de ser pasajero. De alguien con quien puedes compartir tus locuras y tus más grandes sueños". Son las palabras que ha escrito la cubana en su perfil oficial de Instagram. En él suele compartir contenido sobre su labor como "artista contemporánea", que es como ella se califica a sí misma en su cuenta.
El autor de 'Cuando nadie me ve' respondía al mensaje de su chica con una bonita declaración de amor. "Yo también te amo", contestaba a través de Stories. No cabe duda de que la misiva de Rachel Valdés llegan en el momento oportuno, y reflejan de manera inequívoca que su relación se ha afianzado con el tiempo y que permanecen más unidos que nunca. La caribeña no es demasiado activa en sus redes sociales, así que este gesto
Su affaire se dio a conocer hace un año
La relación entre Alejandro Sanz y Rachel Valdés se hizo pública en septiembre de 2019, dos meses después de que el cantante y Raquel Perera anunciaran su separación de manera amistosa. Rachel triunfa en el universo de las artes plásticas, pero en el pasado también ha trabajado como modelo. De hecho ha trabajado con artistas como Marc Anthony, que además es íntimo amigo de Sanz. En 2016 participó en el videoclip de la canción ‘Traidora’.
Rachel, madre un niño de seis años llamado Max, era una auténtica desconocida en nuestro país cuando se destapó su 'affaire' con el madrileño. Pero antes de conocerlo ya había arrasado como artista en el continente americano. Incluso llegó a exponer sus obras en Times Square, en Nueva York. También se ha abierto paso en nuestro país. Aquí debutó por la puerta grande en la última edición de ARCO, el pasado mes de febrero, un mes antes de que estallara la crisis sanitaria del coronavirus. Desde que sus caminos se cruzaron, Alejandro Sanz y Rachel Valdés han sido cautos con su historia de amor. Pero en un momento tan delicado como éste el cantautor ha agradecido su misiva con un 'te amo' por todo lo alto. ¡Es... la fuerza del corazón!