El hijo de Lucía Villalón llegó al mundo el día 29 de agosto y, aunque tanto ella como su pareja estaban deseando tenerle con ellos, sabían que el comienzo junto a él no sería fácil. El bebé padece una gastroquisis, por la que ha tenido que ser intervenido en varias ocasiones, siendo esta semana cuando han dado un nuevo paso al frente. Los médicos le han ayudado a que respire de forma autónoma y están comenzando a darle leche materna para ver cómo reacciona su cuerpo, aunque estos primeros días han sido complicados. La propia comunicadora ha explicado los contratiempos a los que han tenido que hacer frente, de hecho, uno de ellos se ha convertido en el mayor susto de su vida.
"Nos costó unos días más de lo previsto… pero ayer por fin lo conseguimos. Diego ya respira él solito. El pasado viernes hicimos el primer intento de extubarle y no salió bien. Tenía un edema en la glotis y no podía respirar, se ahogaba. El viernes fue, sin ninguna duda, el peor día de mi vida…En una UCI de neonatos, al parecer, esto sucede muchas veces; no siempre sale bien, pero en La Paz estamos rodeados de profesionales y personas extraordinarias. Le volvieron a intubar y hemos pasado el finde con corticoides para bajar la inflamación. Una piedra en el camino que, yo como madre, no voy a olvidar jamás. Por primera vez sentí miedo de perder a mi hijo y no hay nada más espantoso que eso…", ha comentado Lucía Villalón.
La joven quiere ayudar a ver cómo, a pesar de las circunstancias, todo está saliendo bien. Tanto ella como Gonzalo Melero se muestran positivos y, sobre todo, sienten una fuerza enorme para luchar junto a su pequeño, un bebé muy querido y del que procuran no separarse ni un instante. Agradecida por el apoyo y los mensajes de cariño que ha recibido desde el nacimiento de su primer hijo, Lucía Villalón quiere compartir su experiencia con todos sus seguidores para que conozcan de primera mano la batalla a la que se enfrenta en la actualidad.
"Os cuento esto porque las cosas no salen como uno quiere, todo iba increíble después de la segunda operación de la tripita y estábamos muy animados pero siempre puede haber contratiempos, riesgos y sustos horribles, pero aquí seguimos luchando y aprendiendo y ya vamos a por el siguiente reto: poder comer leche materna por la sondita y que el intestino empiece a tolerarla. Gracias a todos por seguir tan pendientes de Diego y por apoyarnos y animarnos tanto. Sigo contestando mensajes cuando puedo, pero como os podréis imaginar estoy desbordada. Vosotros, por favor, seguid rezando mucho por nosotros, estamos muy agradecidos", ha dicho la periodista deportiva. Tanto ella como el futbolista están agotados, pero están seguros de todo lo que aprenderán tras superar el que es, sin ningún género de dudas, el escollo más difícil de sus vidas.