Una vez más, Jorge Javier Vázquez se ha pronunciado sobre Isabel Gemio. La presentadora ha ocupado un sinfín de titulares desde que entrevistó a María Teresa Campos en su canal de Youtube. Un encuentro que le ha pasado una elevada factura a la extremeña, criticada por muchos por el trato con el que abordó la charla con su colega. Y del que la propia malagueña acabó echando pestes, calificando a su amiga de "mezquina" y "gilipollas".
La periodista ha confesado estar "triste y perpleja" ante esta polémica. Cree que se le ha tratado de "delincuente", de ser una mala jefa y de haber tratado mal a muchas personas con las que ha trabajado. Un trato injusto que sigue sin entender ahora que está en un momento de menor protagonismo como profesional de los medios de comunicación. A sus 60 años, Isabel Gemio da su carrera por acabada. Se siente abatida, pero no por ello descarta estrechar lazos nuevamente con María Teresa Campos. Nunca han sido amigas, pero estaría dispuesta a entablar una conversación con ella para solucionar su conflictivo encuentro ante las cámaras.
Jorge Javier ha confesado que admira profesionalmente a Gemio desde que era muy joven, ya que en su adolescencia ésta presentaba los programas de mayor éxito de la televisión, como 'Sorpresa, sorpresa' o 'Lo que necesitas es amor', un formato que le gusta de manera especial. Sin embargo, la presentadora nunca le cayó bien. Cree que nunca fue demasiado simpática ni tampoco hacía grandes esfuerzos por caer bien a la audiencia. Simplemente hacía bien su trabajo. “Muy malo tendría que ser el presentador con invitados como Whitney Houston o Kevin Costner. Hay programas que funcionan a pesar de los presentadores”, sentenciaba.
Al hablar de Isabel Gemio, Jorge Javier ha reconocido que no le agrada del todo: “Siempre hago serios esfuerzos para que me caiga bien. Como la veía cuando era pequeño la veía... pero luego siempre acabo encontrando motivos para pensar que está muy desubicada. Y no me cae ni bien ni mal”. Además, cree que la presentadora se equivoca al analizar en qué punto se encuentra su dilatada carrera: “La profesión la ha dejado a ella”. En su opinión, ahora se hace un tipo de televisión más cercana con el público en el que se valoran en el que priman mucho más factores como la espontaneidad: "Ahora los trabajos de Isabel Gemio no resistirían an el espíritu crítico".
"La televisión quiere siempre primerísimas estrellas de cartel y grandes estrellas para ponerlas al frente de un programa. Si está Isabel Gemio... y no está. ¿Por qué no está?", añadía. "A mí me ha gustado mucho cómo ha trabajado", reconocía Kiko Hernández. Belén Esteban, por su parte, explicaba que "Isabel Gemio siempre me trató muy bien". Jorge Javier le preguntaba en tono de mofa: "¿Harías una línea de joyas con Isabel Gemio?".
Vázquez destacaba que a lo largo de sus décadas en televisión no ha tenido constancia de que las productoras quisieran contar con ella para sus nuevos proyectos. "Trabajo con varias productoras y en ninguna reunión en los años que llevo ha aparecido su nombre para cualquier producto. En estas reuniones nunca ha aparecido su nombre para decir: 'Me gustaría verla aquí", concluía.
Recientemente, Jorge Javier hablaba sin tapujos sobre Isabel Gemio y su polémica entrevista a la Campos. "Es una mujer jovencísima, una profesional de muchísimos años, pero
si no la llaman y si no le ofrecen algo en algún sitio por algo será. En esta profesión si funcionas te llaman. Esta profesión se hace fundamentalmente para que la gente te vea. Si no, no tiene ningún sentido», decía. «Si tienes un canal y las cosas que haces, por muy interesantes que sean, a filósofos o a científicos…
si te ven 300 personas es que no hay prueba más palmaria de que la gente te está diciendo ‘no te quiero ver”. Sincero, subrayaba: «A veces nos cuesta entender el mensaje que nos lanza la gente», pero es “así de
duro”.En aquella ocasión, el presentador reflexionaba sobre la profesión:
“Siempre se acaba pagando de una manera u otra la manera en la que tú te has portado con los demás”. Considera que conductas como la prepotencia o el trato despectivo a los compañeros siempre “pasan factura” y que en el mundo de los medios todos se conocen: «No es tan grande, es como un país muy pequeñito».